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jueves, 14 de febrero de 2013

"Si fuese pibe, soñaría con jugar en Lanús"


Para inaugurar esta nueva sección semanal de entrevistas radiales a protagonistas de la historia del club, personas destacadas que desde diferentes lugares y funciones conforman este colectivo social y deportivo que desde 1915 hasta la fecha, vestido de granate, crece y se desarrolla en el corazón de la ciudad de Lanús, convocamos a José Luís Lodico.

Pino, un ícono, en el Polideportivo (www.diariodelgrana.com.ar)
“Pino” fue un jugador excepcional, dotado técnicamente y muy temperamental, que desarrolló su carrera entre los años 1972 y 1983, con un paso a préstamo por Banfield entre 1977 y 1978. Su figura condensa varias características del tiempo que le tocó vivir, el peor de la rica historia de la institución, pero sin bajar las banderas del fútbol bien jugado que caracterizó a los representativos granates de todas las épocas: “Siempre digo que me tocó vivir la peor etapa del club. Había muchas necesidades, una situación que hoy es totalmente distinta. Si yo fuese pibe otra vez, mi sueño sería jugar en Lanús. ¿Para qué voy a querer ir a otro club si acá tenés todo? Y sin embargo todavía hay chicos que no se dan cuenta de eso”.

Los años pasan, el club crece y cada vez son más los simpatizantes granates que no lo vieron jugar. Lodico compartió su parecer: “Yo jugaba de centrodelantero, pero tenía tendencia a retrasarme unos metros. Y un día me agarró el Nene Guidi y me dijo que lo hiciera de mediocampista central, que él me veía cualidades para ocupar esa posición. Y si lo decía Guidi, una eminencia en el puesto, era palabra santa. Después, debuté en Primera con Labruna, otro monstruo. De los jugadores de estos tiempos, hay dos que son muy similares a mí. Uno fue el Conde Galetto y el otro es Guido Pizarro. Quizá en esta etapa Pizarro se mueva un poco más por las bandas,  yo era más mediocampista central. Pero en el estilo, en el trato de la pelota, lo veo parecido. Aunque para mí, más características coincidentes tengo con Galetto”.

La de José Luís es una presencia frecuente en el Polideportivo del club. Suele llevar a sus nietos que actúan en el Fútbol Infantil y también es habitual verlo jugar al tenis, con un muy buen presente físico y la misma figura delgada que en los años 70 era un ícono del fútbol de Lanús. Como “Pichuco” Troilo, nunca se fue del barrio: “De los buenos recuerdos, me quedo con dos. Uno fue el debut. Fue lo mejor que me pasó. Vestir la camiseta de Lanús fue un premio enorme al esfuerzo. Otro gran momento fue el ascenso a Primera. La alegría que sentí ese día fue inexplicable. Lo vivía como hincha. Lástima que después vino Silvero, trajo 35 jugadores y se perdió todo. Yo tuve una discusión con él y me tuve que ir un año. Cuando me fui estábamos en Primera, y cuando volví ya estábamos en la C. De todos modos, fui muy feliz con el retorno, estaba de nuevo en mi casa”.

Uno de sus once hermanos, Carlos, que también fue jugador de la Primera de Lanús en los años 70, tiene a su cargo la categoría 2001 de la institución, pero el Lodico más famoso no pudo consolidarse como entrenador en el club: “Tuve un paso como técnico de Juveniles en el club, pero hubo un mal entendido, eso generó una discusión con algunos dirigentes y no seguí. Yo me siento muy preparado para enseñar. Jugué 300 partidos con la camiseta de Lanús, así que sé muy bien lo que se le debe inculcar a los chicos. Pero creo que no voy a tener la posibilidad. Si no me llamaron hasta ahora, difícilmente lo hagan. Y me gustaría saber por qué. Hay muchos ex futbolistas en el club, y creo que trabajan muy bien, pero yo también siento que puedo aportar lo mío. Esto lo digo sin rencores, los años fueron pasando y ya no tengo dolor por eso, pero claro, me gustaría tener la oportunidad de volver  a dirigir en Lanús”.

Permanentemente en la mira de los equipos grandes, fue pretendido por River, por Independiente y por varias instituciones más, pero su transferencia, por una u otra circunstancia, siempre se frustró. Su carrera terminó prematuramente cuando sufrió una grave lesión en uno de sus oídos  que lo obligó a retirarse a los 31 años, cuando tenía cuatro o cinco más de profesión por delante. Siempre mirando al futuro, Lodico se despidió con una opinión sobre el  presente de Lanús, y de su actual entrenador: “Guillermo me gusta mucho por cómo piensa el fútbol y también por cómo declara. Es un tipo simple y le gusta el juego por abajo. Y el equipo está muy bien, lo de los muchachos de arriba es impresionante. El medio se acomodó bárbaro, González reemplazó bien a Fritzler, y atrás entre Goltz y Vizcarrondo armaron una muralla. Veo todos los partidos de Lanús y, obviamente, siempre quiero que gane y que golee. Creo que hay equipo para pelear bien arriba”.

Mirá la primera parte de la charla de Lodico en "Que viva el fútbol":



Segunda parte de la entrevista a Pino:


Marcelo Calvente
@marcelocalvente

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