A la hora del partido, la lluvia
era tal que resultaba impensado que se jugara. Solo a los que cumplían con su
obligación, ya sea laboral o con un corazón desaforado por los colores, se le
podría ocurrir encaminarse a La
Fortaleza con el diluvio que caía desde la mañana del domingo. Pero minutos antes de
la hora de inicio el árbitro hizo picar la pelota acompañado por los
presidentes de ambos clubes, que no muy convencidos aceptaron la orden de
jugar. En varios sectores de la cancha había charcos, los botines despedían
agua para todos lados, el piso definía el destino de la pelota. Un chaparrón
cerrado lo suspendía inmediatamente. Pero el chaparrón no llegó, y de apoco
ambos equipos se fueron adaptando al campo. Central lo hizo primero, y dispuso
de cuatro chances claras de gol producto de los imponderables acuáticos de cada
pique de balón en las cercanías de Marchesín. Advertido del peligro, Lanús dio
un paso adelante, y con el buen trabajo de Somoza, Ayala, y sobre
todo el pibe Valdez Chamorro -cada vez más suelto y convencido de sus
posibilidades- a partir de los 15’ el dominio y las aproximaciones fueron del Granate. Barrientos, Ismael Blanco y el
dicho pibe tuvieron sus oportunidades de marcar, sin éxito, en el último cuarto
de hora. El partido se hizo vibrante, los charcos de agua y los piques en falso
quedaron en segundo plano, los dos equipos lo querían ganar. La imagen del
estado del terreno al finalizar el primer tiempo era casi campestre. El agua se
había transformado en barro.
En el barro, Lanús se impuso a Central con convicción |
Minutos después, Boca y River se
enfrentaron en la Bombonera. Los
dos vienen tan mal como los números lo indican, aunque River aventaja a su
rival en conciencia. Aún están volviendo de la “B”, y sus hinchas han
comprendido a fuerza de dolor. Ya no tienen paladar negro, y no les preocupa
jugar a lo Platense. Boca, que aún se siente ajeno a la lucha que se le viene, sigue
dándose el lujo de mantener a un técnico que no da pie con bola, que hace
contratar jugadores mediocres que representa su hijo y que está dibujado en el
medio del quilombo que es su plantel, avanza arrodillado al capricho de
Riquelme, tan turro él, que se las rebusca para poner un tiro libre en el
ángulo de Barovero para alcanzar un empate indispensable, y luego salir
reemplazado para recibir esos aplausos que tanto teme perder para siempre. Tan
turro, que no pudo evitar que River se aproveche de la bondad de Agustín Orión,
el que va al Mundial que no va Marchesín, y se lleve la victoria en sus nariz,
siempre fruncida. River da pelea como puede. Boca todavía no sabe restar 76
puntos en el promedio del descenso, y los dirigentes aún no se animan a hablar
de cambios. En Racing, Merlo se aferra a los empates para subsistir, y en
Independiente, Cantero afronta el descrédito y la obligación de ascender en un
club que cada día está más fundido, y se inspira en Napoleón Bonaparte.
Como no nos une el amor, sino el espanto, yo me pianto... |
Sin embargo la nota de la semana
pasó por otro lado. Casi en simultáneo con el empate de San Lorenzo en Ecuador que lo deja al borde de la eliminación dela Copa , Tinelli hizo saber que tomará una licencia
por lo que resta del año, y en una de las pocas entrevistas que dio explicó,
entre otras cosas, que él no había llegado al club para escuchar insultos.
Ocurrió que en Ecuador, su equipo se empezó a despedir de la Copa Libertadores que quería
grabar con su apellido, y el tipo, desacostumbrado a las derrotas, se fue a
bailar por un sueño. De ahora en más, todo lo que pase en su amado club será
ajeno a su figura. Flor de turro, que muy rápido se avivó de su grave error. Por lo
pronto el Papa Francisco no hizo anuncios en el mismo sentido. Antes de lo pensado, San Lorenzo
estará poco menos que en manos de Dios …
Vélez, Newell’s, Arsenal y Lanús,
si logra al menos un empate en Chile ante el duro O’higgins en ocho días, en un
choque que será una verdadera final por un objetivo, el pase a octavos, están
en carrera por la principal competencia del continente en representación del
fútbol argentino, la Copa Libertadores
de América, esa que en otros tiempos jugaban Boca, River, Independiente,
Racing, San Lorenzo y Estudiantes, en tanto muchos parecen no advertir cuánto y
porqué todo ha cambiado tanto.
Marcelo Calvente
No hay comentarios:
Publicar un comentario