El fútbol tiene estas cosas. En
su última conferencia de prensa, un mellizo calmo, casi resignado a sucumbir
ante la mala fortuna que lo puso en el camino del lejano Santos Laguna,
seguramente contrariado por las tontas suspensiones de Somoza y Silva, dos piezas
fundamentales de su engranaje, que sumado a la merecida del Cali Izquierdoz,
más las lesiones de de Goltz, Acosta, Melano y lo de Pereyra Díaz, el Mellizo
había perdido parte de la confianza en el futuro, al menos eso decían su gesto
y su semblante del jueves último ante la prensa. No era para menos. Pasar al
Santos Laguna para seguir en la
Copa será una tarea muy difícil, más que por las virtudes del
rival, que las tiene, por lo desgastante del viaje, en medio de la caravana
infernal de partidos. Pensando en el otro objetivo, la competencia local, el
panorama no era más alentador: Debían descansar todos los que no están al
margen del partido de ida ante los mexicanos, a disputarse el próximo miércoles
en La Fortaleza. Y
tres días antes visitar al puntero San Lorenzo, que ponía en cancha a varios de
los mejores, porque inicia el duelo de octavos de final de la Libertadores una
semana después que Lanús. Tan sólo Gentiletti,
Prósperi, Ortigoza y Piatti no serían de la partida. No había forma de
que Guillermo estuviera exultante en la conferencia de prensa, sobre todo si
además recordaba la cantidad de penales en contra sancionados, los penales a
favor negados, los goles a favor mal anulados y los en contra mal habilitados
por los árbitros en las dos competencias. No era muy alentador que digamos el futuro
inmediato.
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Astina convirtió el primero y asistió en el tercero y el cuarto. |
Lanús salió a la cancha con
jugadores que aún no habían rendido lo esperado, como Alejandro Silva, Martínez, Pasquini, Barrientos, más los pibes Valdez Chamorro y Astina,
sostenidos por la columna vertical que componen Marchesín, el Cali, Somoza y
Silva por el eje de la cancha. San Lorenzo venía entonado por su gran victoria ante
un inexplicable Botafogo. Podía pasar cualquier cosa. Pero los sustitutos
cumplieron con creces, sobre todo Alejandro Silva y Martínez; y los pibes
decididamente la rompieron. Astina tuvo un arranque algo dubitativo, demasiado
solícito para con Silva, le cedió pelotas que debía definir para él. Y Valdez
Chamorro en el primer tiempo fue la manija, arrancando unos metros más atrás, se
movió con mucho criterio para armar las jugadas de ataque y entregó la pelota
con precisión. Con la batuta de Somoza, de excelente tarea e ingenioso y
certero para dar el primer pase, Lanús se llevó por delante a San Lorenzo -pese
a que un viento de otro mundo soplaba a favor del Ciclón- y se fue al descanso
venciéndolo por
2 a 0 con goles de Astina y Valdez Chamorro.
Los locales, ahora con viento en
contra, salieron con todo a disputar el complemento, y paradójicamente acorralaron a Lanús pese a que
la circunstancia climática pateaba para el arco de Torrico. El descuento no demoró:
Enzo Kalinsky marcó a los 12’
y el público se guardó su fastidio para brindar un renovado aliento para el local.
Parecía que se venía la noche. Pero Lanús lo emparejó, y empezó a llegar más
que el local, que rebotaba contra los
del fondo Granate. Astina empezó a sacar diferencias por la izquierda del
ataque, a las espaldas de Bufarini, a pura gambeta en velocidad y dando pases
milimétricos y punzantes, abrió los caminos de los goles del Pulpito, con un
gran remate de media distancia, y el
segundo de Valdez Chamorro, que ahora jugaba más adelantado, aprovechando los
espacios que el local cedía por la otra banda, con una buena definición ante la
salida del guardameta papal.
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Valdez Chamorro volvió a brillar ante El Ciclón. |
No siempre se golea por
4 a 1 a San Lorenzo en su reducto.
Ni siempre los que no juegan seguido se lucen de la manera que lo hicieron ayer
varios jugadores granates. Y sobre todas las cosas, últimamente no se producen muchas
apariciones como las de estos dos pibes, con tanto talento, y tan
desequilibrantes como Astina y Valdez Chamorro. En la noche del Bajo Flores
Lanús se floreó con el puntero, y lo desplazó de la posición de privilegio, que
ahora es de Estudiantes, para quedarse circunstancialmente como único escolta a
dos puntos del Pincha. Pero por sobre todas las cosas, obtuvo una victoria de
suma importancia en el momento preciso, cuando las fuerzas empezaban a flaquear
y los imponderables, los malos arbitrajes, le desgracia del viaje que se viene,
el cansancio, las lesiones y las suspensiones tontas y evitables levantaban a
los ojos de Guillermo y de todos, un muro que parecía infranqueable y que no
dejaba ver el futuro con esperanza. La relevante victoria obtenida, y sobre
todo las determinantes apariciones, reavivaron el fuego de la competencia por
ocupar un lugar en el equipo. Ahora Guillermo tiene alternativas con las que no
contaba hasta hoy, como Ale Silva, Martínez y sobre todo los pibes Astina y
Valdez Chamorro, exhibiendo su potencial en la zona donde todo se define.
Varias veces en lo que va del semestre los dos objetivos granates tambalearon.
Uno,
la Libertadores,
milagrosamente sigue en pie gracias a la actuación determinante de Marchesín en
Rancagua. El otro, el Torneo Final, se actualizó en la curiosa noche del Bajo
Flores con la presentación de dos pimpollos de exportación, que como tantos
otros, brotaron en los fondos de
La Fortaleza.
Marcelo Calvente
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