Ads 468x60px

domingo, 29 de diciembre de 2013

Sabios, los monos


Parece mentira que los dirigentes del fútbol argentino, en estos momentos de receso y festividades navideñas, no se estén reuniendo para evaluar la situación crítica en que se encuentra la máxima competencia futbolística de nuestro país, tanto en lo deportivo como en lo económico, con el agregado de una notable y nunca vista pérdida de rumbo en lo organizativo. El Torneo Inicial que acaba de ganar San Lorenzo fue un bochorno en ese aspecto, como lo fue en lo que respecta a la seguridad, a la transparencia y a la efectividad de gestión. En este campeonato que culmina ha pasado de todo y cuesta creer que todo vuelva a empezar sin que siquiera se haya hecho una mínima evaluación de la situación. Los dirigentes saben que así no se va a poder seguir, pero no hablan, ni miran ni oyen, como los tres monos sabios.

En el fútbol, todos hacen la de los tres monos 
Para empezar, en el semestre que termina se consolidó la ausencia de público visitante, medida que se sancionó para todo el país pero que se hizo cumplir sólo en la Capital y el Gran Buenos Aires: Ningún equipo le manda entradas a su oponente, evitando de ese modo que una parte de ellas vaya a parar a manos de la barra brava, cosa que ocurre en todos los clubes. Pero los clubes del interior le venden boleto por ventanilla a todo aquel que se confiese “neutral”, a quien se lo ubica en un sector especial y se le pide que se comporte de esa manera. Es cierto que no hubo incidentes ni provocaciones, pero los neutrales que concurrieron a ver Rafaela-San Lorenzo, de repente, se hicieron muy hinchas del Ciclón, lo alentaron y celebraron ruidosamente sus dos goles. No digo que esté mal, simplemente señalo el detalle de que no es justo, pero a la vez demuestra que sin barras bravas visitantes no es necesario hacer demasiado operativo policial, y pese a eso, no hay más violencia que la habitual.

Ya nadie duda de que la violencia se enquistó en la lucha interna por el poder de cada barra, que los últimos muertos, más allá de los que provoca el exceso policial en la represión, se producen como saldo de esas internas que dirimen que grupo será el beneficiario de los favores dirigenciales, un beneficio que los dirigentes están obligados a conceder, ya que el estado no los protege del accionar extorsivo de los jefes de la barra de cada club. Algunos acceden con desagrado, tratando de tener controlado el problema de la mejor manera posible, otros se asocian y se ponen al frente de ellos para delinquir desde la conducción misma, conformando una especie de Mazorca que persigue opositores, como ocurrió en Newell’s en tiempos de Eduardo López, quien por estos días debía declarar ante la justicia por administración fraudulenta, denunciado por sus sucesores al frente de la institución, quienes además aportaron las contundentes pruebas.

La no presencia de público visitante parece limitar la influencia de las barras en varios aspectos, pero a la vez le resta el colorido que siempre caracterizó a nuestro fútbol, y perjudica al hincha de verdad, a quienes quieren acompañar pacíficamente a sus colores juegue donde juegue. Por otro lado facilita los operativos de seguridad -una cuestión que quedó demostrado con los últimos sucesos- no es algo fácil de garantizar de manera eficiente en ninguna provincia. Lo cierto es que tanto Lanús como San Lorenzo jugaron uno de los partidos más importantes de sus respectivas historias sin sus seguidores en el estadio, la última fecha de un torneo que peleaban palmo a palmo contra sus respectivos oponentes, que jugaron de local y a quienes acompañó todo su público. Esto se da a patadas con la historia, no obstante, nadie se preocupa por la vuelta del público visitante, como si de antemano descontaran que por ahora es imposible que eso ocurra.

Sería largo enumerar las muchas irregularidades que ocurrieron en el fútbol argentino del último semestre. Basta señalar algunas: Jugadores de Arsenal y Gimnasia tomándose a golpes de puño con la activa participación de auxiliares y allegados al equipo local, lo que no mereció sanción alguna para el club de Sarandí, y apenas algunas fechas de suspensión para los informados, sólo cinco jugadores, dos del local y tres de la visita. Malos comportamientos de varias hinchadas locales que tampoco merecieron sanción, y el colmo de los colmos, la suspensión de Colón-Rafaela a minutos del inicio del encuentro porque los jugadores locales, asesorados por el secretario general de su gremio, decidieron no presentarse por falta de pago mientras sus hinchas esperaban el partido en las tribunas. Acá se jugó con fuego. Después de varias dilaciones, la AFA decidió darle los puntos a la visita pero no procedió a descontarle tres puntos al local, algo que el reglamento ordena, omisión que fue aceptada por todos los dirigentes, incluso los de algunos clubes que deberán pelear por mantener la categoría con el elenco sabalero en el semestre que se inicia, quien contará con esos tres puntos que ya no debería tener. Y ni hablar del despilfarro sin control de los dineros que el Estado aporta, por parte de los dirigentes de la mayoría de los clubes, muchos de ellos al borde la imposibilidad de continuar si no reciben dinero fresco para pagar lo que deben y así poder seguir dilapidando el futuro en contratos desmedidos  Como nunca, la AFA parece acéfala. El Fútbol para Todos, que aporta el dinero para sostener el show, tampoco pudo hacerse cargo de la cuestión, al contrario, varios horarios caprichosos e incómodos para los espectadores fueron por orden suya. Y el colmo de los colmos: Tener que aguantar los relatos de Araujo y los comentarios impresentables de Perfumo, Apo y Julio Ricardo.

¿En que andará Don Julio? ¿Quien manda en la AFA?
Una muestra contundente de la crítica situación fue la última fecha del Inicial, disputada siete días antes de la doble definición de Rosario y Liniers, en la que así como ocurrió en la Boca, también se pudo ver la imagen de la barra brava de Quilmes ingresando pirotecnia y deteniendo el encuentro cuando quiso, con tribunas desprovistas de control policial, a quienes se le escapan los gases lacrimógenos. A minutos del final, varios muchachotes se dispusieron a invadir el campo de juego. Una cincuentena de policías ubicados en la cancha lo pudo evitar persiguiendo y deteniendo a los diez o quince primeros que lo intentaron, lo que sirvió para que el resto de los vándalos desista de imitarlos. Fue una suerte, pero resulta difícil imaginar el saldo si la invasión hubiese sido lo masiva que se anunciaba.

El mayor problema es que justamente Quilmes está conducido por el senador nacional Aníbal Fernández, hombre del círculo más cercano al poder ejecutivo, una verdadera espada mediática del oficialismo durante los últimos diez años, un hombre que puede levantar todos los teléfonos y ser atendido por los principales funcionarios de los tres poderes. Que él no pueda controlar a la barra de su propio club es todo un síntoma de la situación  actual de un fútbol argentino cuyos dirigentes miran para otro lado, tanto como las autoridades policiales, los organismos de seguridad, la justicia y todos los que tienen responsabilidades sobre una pasión criolla que está en serio riesgo de poder continuar en estos términos. Quién se va a hacer cargo de este lío y cuándo va a empezar a hacerlo, es todo un misterio, como el del origen de los monos sabios.

Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.com

martes, 24 de diciembre de 2013

Muchos calefones y una sola Biblia


Es curioso, pero por la calle no parás de cruzarte con hinchas granates, y algunos te sorprenden con su gesto. Hay quienes se aparecen muy felices, da gusto verlos, viven con la sonrisa dibujada en el rostro y el cartel de campeón en los ojos. Un poco los envidio, yo no estoy tan feliz. Otros están a las puteadas, no pueden dejar de lamentarse por el tercer gol que no llegó, ni detenerse en lo mucho que hay de positivo en este presente de Lanús, y mucho menos celebrar. Yo no estoy tan triste. Sin embargo eso no significa que no me identifique con ambas sensaciones. Las dudas hay que combatirlas con análisis, poniéndole a esos impulsos naturales el marco de la mejor evaluación posible de las cosas. Es lo que intento.

La imagen de un gran Campeón, el Club A. Lanús 
En primer lugar nadie puede dudar de que el segundo tramo de semestre de Lanús fue espectacular. Las imágenes de La Fortaleza repleta, el equipo aplastando al Ponte Preta, la prolija, interminable y merecida fiesta de un absoluto campeón se apropiaron de las miradas de los televidentes del fútbol. Imágenes diferentes a la consagración de San Lorenzo, aferrado a un peligroso empate que a punto estuvo de resultar otra frustración para los de Pizzi, que sin embargo terminaron recibiendo una desprolija premiación y de raje hacia Boedo, imágenes más acordes al fútbol nuestro de cada día. En cambio Lanús presentó credenciales de club y equipo grande, con un gran estadio y con mucho fervor popular. No fue una final más. Fue la lección que los hinchas argentinos están necesitando para abrir los ojos, para comprender cual es el único camino posible, para exigir otro tipo de gestión dirigencial, otra eficiencia, y a la vez asumir mayor compromiso político como socios en sus respectivos clubes. También fue un mensaje para el periodismo, que de este presente de Lanús poco entiende, el que se presta al juego y se hace eco de los reclamos de los hinchas para que le traigan refuerzos que no tienen con que conseguir. No digo que no informen sobre pases -mejor dicho tratativas, ya que pases no abundan- sino que expliquen que ese tipo de erogaciones millonarias que los hinchas reclaman, son parte importante de las cosas que los está llevando al precipicio

Lanús obtuvo de manera holgada su tercera estrella, y me animo a  afirmar que lo logró con el mejor equipo de su historia, el de mayor experiencia y nivel internacional, con una campaña extraordinaria solo empañada por esa seguidilla de cuatro derrotas sufridas al hilo allá por la mitad del semestre, un momento en el que la idea de Guillermo estuvo a punto de naufragar. Pero el granate se recompuso y volvió a la victoria en la fecha 12º, y de allí en más se mantuvo invicto hasta la fecha final, con cinco victorias al hilo y en las tres últimas, tres empates condicionados por el trajín, los horarios insólitos y los arbitrajes perjudiciales. Y en la Copa, igual: A partir de la derrota en Chile ante la U, justo a mitad de torneo, de allí también invicto hasta el final, con dos empates y cuatro victorias para conquistar América ampliamente y sin discusión.

Sin embargo, no alcanzó para cumplir la hazaña casi imposible de quedarse con los dos objetivos y consagrarse campeón también del Torneo Inicial. Está claro que el doblete no estaba en los planes, pero estuvo tan cerca que es imposible, aún en la enorme alegría por lo alcanzado, no lamentarse por lo que no pudo ser. Lanús fue el mejor pese al desgaste, los tres equipos descansados que accedieron a la instancia final mostraron su limitado presente, y evidenciaron que llegaron a los tumbos. Newell’s absolutamente en baja, poco se observó de aquel que había arrancado con todo. San Lorenzo siempre fue irregular, y cuando tuvo su posibilidad de sacar ventaja no pudo rendir el examen. No pudo con Rafaela, no pudo con Estudiantes, ni se preocupó por poder con Vélez. Apostó todo a la martingala del doble empate que lo consagraba campeón, una apuesta conservadora, que le daba la chance de una final como alternativa de mínima, con todo lo que eso podía significarle. Vélez también fue irregular, y quedó eliminado de la Copa por el mismo Ponte Preta que Lanús aplastó sin compasión. Obtuvo tres victorias apretadas en el final del Inicial que lo puso en situación de pelear un titulo que ya hacía mucho había dado por perdido. A la hora de la verdad no pudo quebrar el cero que propuso San Lorenzo, aunque tuvo el gol en la última jugada del partido, cuando insólitamente la pelota impulsada por el pibe Allione con el arco de frente y desde el punto penal, se encaminó de manera providencial hacia la mano izquierda del sorprendido Torrico. Es lógico que San Lorenzo le haya llevado de inmediato la Copa al Papa, nobleza obliga, si es que existen, el título del Ciclón fue un milagro...

Lanús fue superior en Rosario de cabo a rabo. Generó más de cuatro claras de gol por tiempo pero tuvo la desgracia de que la fortuna jugó para el rival. Tuvo que remontar dos goles en contra diabólicos y así lo hizo Con quince por disputarse, a partir del ingreso de Pereyra Díaz por el Pulpito, el mellizo decidió jugar a todo o nada, y dividió el equipo entre seis para defender y cuatro para buscar el gol. La idea táctica fue correcta, Lanús tuvo en ese lapso tres situaciones claras y superó ampliamente al local, sobre todo en las contras, evidenciando más ambición y más resto anímico. Uno no puede imaginar los alcances de un milagro, pero a Newell’s algo lo salvó...

 Vega, un hombre decidido a todo por Colón 
El grana termina el semestre con un equipo de lujo, con varias figuras de nivel internacional y varios pibes luchando con enormes atributos por un lugar entre los once, cosa que logran a menudo gracias a la doble competencia. Este fue uno de sus secretos: Cuando Guillermo recurrió al recambio, aparecieron Pereyra Díaz, Pasquini, Monteseirin, el adolescente Astina y su sueño del pibe contra Boca y el extraordinario cierre de Junior Benítez, Lanús está armado para lo que viene. Sus posibles oponentes principales del ámbito local tienen otro panorama. El campeón y Vélez se quedaron sin técnico y tienen que volver a empezar. En Boca se acaba la paciencia con Bianchi y Riquelme. En River su presidente, tal vez el jugador más ganador de la historia de este deporte, Daniel Pasarela, se fue por la ventana dejando una deuda que ronda los 400 millones de pesos. Nadie parece advertir lo que está pasando en el fútbol argentino. Tal vez el hincha de Colón, que ante lo negro del futuro que se le avecina eligió presidente a uno que mostró por demás su amor por los colores: Regirá sus destinos el Dr. Eduardo Vega, ex jugador del club, quien en 1993 siendo médico del plantel, en cancha de Rafaela y ante un terrible derrape del árbitro Marconi, se metió al campo de juego y reventó la pelota, para evitar una contra que tenía destino de gol para el local y así conseguir que el Sabalero mantenga la punta con el empate en dos hasta ahí parcial, desatando en la cancha un quilombo descomunal, recibiendo la expulsión y una suspensión de un año por parte de la AFA. Lo votó casi el 70% de los socios. Su ejemplo y consagración algo indican Ahora será cuestión de desearle mucha suerte, el hombre sin duda alguna la va a necesitar.

Marcelo Calvente

lunes, 16 de diciembre de 2013

Santo campeón


Al final todo fue como debía ser. San Lorenzo de Almagro se quedó con el Torneo Inicial al cabo de sostener el cero en el Amalfitani, resultado al que se aferró con las pocas fuerzas que le quedaron para entregar en la fecha de cierre, apostando a la esperanza débil que el cero le otorgaba, salvavidas que dos veces estuvo a punto de naufragar en los últimos instantes de cada escenario. Primero en Liniers, donde Allione, en tiempo de descuento y con todo el arco de frente fusiló a Torrico, y el tiro le dio al arquero en la mano izquierda. Y enseguida en Rosario, donde pese al 2 a 2 final, Lanús mereció ganar y adquirir con esa victoria el derecho a definir con el equipo papal. Allí, también en tiempo de descuento,  Junior Benítez, que había vuelto a mostrar destellos de su tremenda habilidad en ofensiva, hizo una de más y trató de eludir al golero local cuando tenía tres compañeros en el área chica, libres para recibir la sesión y definir el partido. Benítez dejó en el camino a Guzmán pero la pelota se le fue larga. Seguramente ayer aprendió una nueva lección, ya que Silva, Blanco y Pereyra Díaz todavía le deben estar explicando que esto es por plata y que hay que dejarse de joder. Ojala que termine pronto con el aprendizaje, y que logre moldear el carácter necesario para el nivel en el que está jugando. Tiene virtudes que podrían llevarlo a jugar donde él prefiera.

Junior, el 2014 puede ser el año de su consagración
Pero estaba escrito, la fuerza celestial terció en favor de San Lorenzo: En un partido de escasas llegadas Vélez fue levente superior. A los 21’ del complemento el pibe Allione probaba la milagrosa resistencia del vertical izquierdo de Torrico, no hubo mucho peligro. Solo el tiro del final otra vez de Allione. Finalmente fue empate en cero entre el que más puntos había sumado en los tres últimos partidos, Vélez -había derrotado consecutivamente a Central en Rosario, a Godoy Cruz en Liniers y a Colón en Santa Fe- y el que llegaba puntero con dos unidades más que sus tres perseguidores, el caballo del comisario, San Lorenzo de Tinelli, que en las tres últimas apenas había cosechado un triunfo y dos empates –le había ganado bien por 4 a 2 a Belgrano en el Bajo Flores, y empatado en Rafaela 2 a 2, con gran actuación de la dupla Piatti-árbitro Delfino; y con Estudiantes de local en cero y sin patear al arco. En un partido chato y con pocas emociones, un nuevo empate en cero en Liniers consagró a la visita, porque en Rosario la chapa final también fue empate (2 a 2), aunque allí claramente Lanús mereció la victoria, pese a que regaló los dos goles de su rival. A los 7’ del complemento, Pasquini, de buen partido, tuvo su minuto de terror en un tiro de esquina a favor de Newell`s, en el que perdió insólitamente la marca de Pablo Pérez, y enseguida pifió su intento de rechazar, con la mala suerte de dejársela justa al mismo Pérez, que batió a Marchesín. Lanús lo empató en seguida con un cabezazo de Goltz, en posición adelantada no señalada por el línea. Enseguida, cuando menos lo merecía, Newell’s también recibió la bendición, y un pelotazo de Maxi Rodríguez que se iba lejos rebotó en el pecho de Izquierdoz y se convirtió en el segundo gol local. Iban 21’ del complemento, y el Grana otra vez tenía que remarla.

Siete minutos después, atacando con enorme decisión, Lanús volvió a empatarlo, en este caso por frentazo de Pereyra Díaz tras una cesión muy precisa de Somoza. Durante los últimos 15 se observó un claro dominio del equipo que tenía más desgaste encima, con una doble competencia en la que no tuvo respiro, en la que tuvo que viajar, y en la que con la malicia habitual de la casa madre del fútbol, lo hicieron jugar las últimas dos fechas contra Gimnasia y Boca en medio de un calor infernal, con el agregado que el arbitraje de Ceballos fue vergonzosamente parcial para el equipo xeneize, ya que contó con la gracia divina de que al local le echaran dos jugadores, toda una rareza en un encuentro de semejante trascendencia…

El Papa Francisco, hacedor de un campeón milagroso
Sabíamos desde el comienzo que había un caballo del comisario y que lo respaldaba un doble poder intimidante: El de los medios, que maneja como nadie su nuevo dueño reelecto, y el celestial, que viene soplando fuerte desde El Vaticano. El poder, cuando es desmedido, tiene en su naturaleza un espíritu mafioso: No necesita avisar qué es lo que quiere de un árbitro, ni a que hora se debe programar un determinado partido. Con semejante respaldo, San Lorenzo se terminó quedando -con poco, con muy poco, y de manera por demás anunciada- con un Torneo Inicial tan irregular como apasionante, que por momentos lo pelearon siete u ocho equipos y que se definió en la fecha final con un atractivo doble programa simultáneo. Eso sí, programado en otro horario absurdo de calor insoportable…

Quedó bien claro que de los cuatro que animaron la jornada final, el único equipo que quiso y debió ganar fue Lanús, que generó no menos de ocho situaciones claras para convertir, que falló demasiado en la puntada final, y que además de los dos goles propios, se marcó uno en contra y el otro a medias. Y además, Lanús fue el único de los cuatro finalistas que se mantuvo en competencia durante las dos últimas semanas, en las que conquistó la Copa Sudamericana de manera indiscutible, y sin embargo fue el que se exhibió más entero físicamente, pese a que los otros tres habían descansado los últimos 15 días previos a la fecha de cierre, postergada a pedido de Lanús con el aval del reglamento.

Finalmente el elenco del mellizo se quedó con el subcampeonato por diferencia de gol, pero nadie duda que en el semestre, principalmente por lo hecho en la segunda mitad, fue claramente el mejor equipo argentino. Lo que se vio hoy por la tarde en los dos escenarios de la definición no hace más que confirmarlo. Le tocó celebrar a San Lorenzo, que mañana viajará a  visitar a su hincha más famoso y recibirá la bendición. Al regresar al trabajo, en enero de 2014, tendrá que mejorar si quiere seguir ganando títulos, tanto como el resto de los equipos argentinos. Que Dios lo ayude. Pronto comenzará a jugarse el primer semestre del año del Mundial y no habrá más de dos posibles refuerzos por plantel. La doble competencia será el Torneo Final y la preciada Copa Libertadores de América, a la que finalmente Lanús accederá luego de eliminarse con el Caracas. El Granate pudo hacer historia y ganar los dos torneos, estuvo ahí nomás, a un gol del partido decisivo, y finalmente no se le dio. Pero de cara a lo que viene no hay forma de no considerarlo, una vez más, como un gran candidato a animar y hasta ganar una -o tal vez más- de las varias competencias que se le vienen.

Marcelo Calvente



sábado, 14 de diciembre de 2013

Para guardarlo en el corazón


Festejo y delirio de los jugadores en Arias y Guidi.
El miércoles por la noche no fue una noche más para todos los Granates. Estadio lleno. victoria, consagración y festejo. Lanús venció al Ponte Preta 2 a 0 con goles de Ayala y Blanco y se quedó con la Copa Sudamericana.
A continuación repasamos los momentos cumbres de la noche en éste audio de la transmisión de "Lanús 2000 Radio" por AM 860 - Radio Digital. Una edición fantástica de Cristian Andón donde aparecen las salida de los equipos, el relato de los goles, el arranque del segundo tiempo, el final del partido, la entrega de la Copa y mucho más.
Relatos: Hernán Carnero.
Comentarios: Fernando Babor.
Vestuarios: Bruno Russo.
Locución: Raúl Martorel.
Operación técnica: Cristian Andón.


Con el corazón


De a poco, morosamente, los hinchas granates superan la resaca de la fiesta inolvidable vivida el miércoles en la Fortaleza, y extendida a todos los barrios de la ciudad pasional y futbolera que la circunda. Fue una jornada imborrable donde el Grana presentó credenciales ante el mundo: Su hermoso e imponente estadio colmado, pasión desbordante en las tribunas, hombres y mujeres con banderas, con disfraces, niños felices colgados del alambrado y ancianos que lagrimean de emoción; fuegos, colorido y papelitos, todo en un marco de paz y respeto, fueron el escenario de lujo para que Lanús obtenga la Copa Sudamericana, competencia de la que fueron parte Peñarol, San Pablo, Cerro Porteño, Colo Colo,  Blooming, Emelec, Atlético Nacional, entre otros grandes del continente, y los argentinos River, Racing, San Lorenzo, Vélez y Belgrano. El elenco granate fue un claro y aplastante campeón, que en diez partidos jugados ganó siete, con dos empates -River de local y el Ponte Preta en San Pablo- y la única derrota, en Chile ante la U, con bochorno arbitral en el medio, un flagelo que últimamente azotó  por demás al equipo de Guillermo, pero no alcanzó para bajarlo de la Copa y, por ahora -ojo el domingo- tampoco del Torneo Inicial.


Newell's - Lanús, en Rosario, se enfrentan a todo o nada
En una definición inédita e histórica, este domingo se enfrentan los únicos cuatro equipos que pueden ser campeón: Newell’s (30) recibe a Lanús (30), mientras Vélez (30) recibe al Santo puntero (32). Dos que vienen en baja enfrentan a los dos más  encumbrados. De los cuatro, el único que arrastra competencia, embalado por los triunfos y la obtención de la Copa, es Lanús. Los demás hace dos semanas que no juegan. Como sea, los cuatro tienen que ganar, aunque seguramente las visitas le cederán la iniciativa a los locales. Si Lanús controla defensivamente a Newell’s en los primeros quince minutos y le cierra los caminos a Marchesín, la presión de las gradas se empezará a oír y así llegarán los errores del fondo, los desacoples entre las líneas, la falta de relevos y el desorden que sufre el local cuando no encuentra el gol. Es lo que suele pasar, y así ocurrió en Brasil ante el Ponte Preta hasta que el juez de línea decidió impedirlo. Lo mismo le puede pasar a Newell’s, y si no vuelve a ocurrir algo raro y termina con los once en cancha, Lanús lo liquida.

San Lorenzo con el empate sigue vivo y tal vez hasta le alcance para coronarse, si es que en Rosario hay igualdad. Al menos con el empate deja en el camino a Vélez. Por eso, no va a salir a atacar a lo loco. Vélez llega mejor y es candidato a ganar, pero en la medida que se demore el gol, que no encuentre los caminos y que se repita la secuencia narrada sobre el encuentro de Rosario, crecerán las chances de San Lorenzo para atacarlo y liquidarlo de contra o con una pelota parada. Para el que vaya ganando en Rosario, el empate parcial en Liniers será una amenaza cada vez mayor a medida que se acerque el final, cuando el local desesperado suelte amarras. Lo mejor, lo que garantizaría un partido final, es que se ponga en ventaja Vélez, para que al Santo no le alcance con un gol.

Leandro Somoza, el profeta del corazón granate
Si gana Vélez será el rival, si hay empate será San Lorenzo. La gran final a disputarse el próximo miércoles con Papá Noel en la tribuna puede ser de un gran atractivo. Pero siempre hay algo turbio, decisiones que no encajan. El domingo los partidos se jugarán a las 18:00 horas, cuando ya se anuncia una temperatura cercana a los 34º. El calor será un bochorno para todos, pero indudablemente lo sufrirán más los jugadores de Lanús, con mucho más trajín encima que sus colegas, que hace 15 días que no juegan.  Hasta ahora no parce haberse discutido la posibilidad de atrasar los horarios de inicio. No obstante, Newell`s y Lanús irán por el mismo objetivo. El local llega descansado pero repleto de preguntas, la visita trae desgaste encima pero tiene todas las respuestas. El empate no le sirve a nadie. Es difícil para los granates no soñar con la segunda estrella en disputa cuando aún no terminan de festejar la gran victoria del miércoles, la noche que Lanús exhibió al mundo su indiscutible presente de grandeza  institucional y deportiva.

“Cuando las piernas no den, jugaremos con el corazón” dijo parafraseando al Bambino  uno de sus líderes, Leandro Somoza, de cara a lo que viene,  tal vez algo influenciado por la impronta de las grandes marcas de ropa deportiva y sus sentencias medievales, pero firme y convencido de lo que decía. ¡Cuántos los envidian, jugadores! ¡Todos esos granates que en su infancia,  pateando en el potrero, tantas veces soñaron con tener semejante privilegio de llevar a su Lanús a la gloria!  Hoy son decenas de miles los que los siguen, los que creen que van a cumplir con su palabra e intentar hacer historia.

Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.com

jueves, 12 de diciembre de 2013

La lucha continúa


Por mérito propio, no sin esfuerzo ni traspiés, pero como el fruto lógico de un árbol sólido y bien plantado, el Club Atlético Lanús se adueñó de las imágenes estelares del fin de año del fútbol sudamericano y se quedó con título internacional del semestre: Imponiendo dominio claro y sereno desde el arranque, ocupando campo contrario e intentando con todas las variantes ofensivas disponibles, Lanús se puso en ventaja a los 24’ y cerró el partido en la jugada final del primer tiempo cuando Blanco convirtió el segundo gol, y el respetable equipo del Ponte Preta comprendió que ya no iba a poder, que sería superado sin atenuantes. Durante el complemento el dominio granate fue absoluto y concluyó con el local jugando al “loco” con sus rivales. El 2 a 0 fue suficiente para ambos, pero el futuro de cada equipo es muy diferente: El Ponte Preta se preparará para iniciar la larga y siempre dificultosa vuelta a primera, objetivo a largo plazo. En cambio Lanús tiene por delante dos finales para alcanzar otra estrella más, el segundo título de primera división, la cuarta estrella de su historia deportiva. De los jugadores depende hacer el intento.

Guillermo y Gustavo, el equipo apareció en el tramo final 
Ganar una Copa Sudamericana es un privilegio para pocos. Los jugadores de Lanús, los grandes y a través suyo también los más chicos, lo saben y es lógico que lo celebren. Habrá que ver si la conquista conforma y relaja al plantel o parte de él, o por el contrario los potencia y motiva a ir por más, algo que parece lo más probable. Ver si están convencidos como nosotros de que en este momento son el mejor equipo argentino, y si están dispuestos a hacer un esfuerzo más para lograr la hazaña casi imposible de la doble coronación. Claro que no depende solo de ellos. Tendrán que ganar en Rosario, ante un marco absolutamente opuesto al que tuvieron ayer al consagrarse de local ante 40.000 seguidores, tendrán que buscar el domingo la victoria en soledad ante la multitud que siempre desborda el estadio de la Lepra y obtener la chance de definir el título con el que salga vivo del choque de Liniers, siempre y cuando no gane San Lorenzo, ya que sólo la victoria lo consagra automáticamente campeón al elenco papal.

La semana pasada Lanús tenía por delante cuatro partidos para ganar dos estrellas. Al volver de Brasil la quedaban tres por  las mismas dos. Ayer jugó un partido y se quedó con uno de los dos títulos en juego. Quedan dos partidos para la otra conquista  Dos partidos para la hazaña, pero tampoco la cosa para allí. El próximo semestre jugará por otras estrellas y participará de la Copa Libertadores de America 2014, torneo para el que se presenta como gran candidato, el camino que lleva al Mundial de Clubes Campeones, el máximo logro que una institución de fútbol puede conseguir a nivel planetario, a jugarse en Marruecos en diciembre del año próximo.

El Pulpito González, la gran revelación Granate del semestre.
Liberado del lastre de Gorosito, fue de la mano de Ramón Cabrero que Lanús presentó una camada de jóvenes jugadores de proyección internacional y el sabio ícono granate con su fiel Zubeldía armó el equipo que ganó el título de Campeón Apertura 2007, y que produjo en los años subsiguientes varias ventas millonarias, se mantuvo en los puestos de vanguardia y se proyectó internacionalmente  Pero ni aquel equipo, ni el que  armó Zubeldía y que estuvo a poco de ser campeón en el Clausura 2009, ni el de Schurrer que participó de la Copa Libertadores y que goleó a Olimpia 6 a 0, con Camoranesi, Regueiro y Pavone, pudieron dar el salto en el plano internacional. 

Este equipo de Barros Schelotto está pasando su mejor momento desde lo colectivo y desde lo anímico, disfruta del crecimiento de varios jugadores surgidos de la cantera inagotable. Agustín Marchesín, Carlos Izquierdoz y el Pulpito González han sido valores determinantes que han exhibido una notable evolución individual, se intercalaron con los que estaban –Araujo, Goltz, Velázquez, Ayala, Blanco- más los que llegaron –Melano, Somoza, Ortiz, Acosta, Silva y Matías Martínez- y los que vienen pidiendo pista: Andrada, Monteseirín, Pasquini, Barrientos, Pereyra Díaz y ahora las grandes actuaciones de Junior Benítez, un atacante con condiciones físicas y técnicas notables que tal vez esté madurando -se lo ve en la cancha con otra actitud y con mayor compromiso, un jugador capaz de genialidades como el taco en el medio para que Ayala se vaya solo al área y construya la pared larga con Blanco, que el paraguayo transformó en el primer gol del partido.

Alguna vez dudé, basado en dichos de algunos ex jugadores y el análisis de los pocos títulos obtenidos en la carrera de Javier Valdecantos, y me pregunté si la preparación diseñada por él era la adecuada. La actualidad física del equipo, es cierto que ayudada por el sacrifico y el corazón de los jugadores, que luce impecable pese las dos competencias y algunos horarios imposibles, es todo mérito del preparador físico de Guillermo  

Con las últimas bocinas de la madrugada de fiesta en la ciudad del campeón se comienza a palpitar la segunda parte de la epopeya. Lanús, que viene en racha aunque más desgastado, en cuatro días visitará a Newell’s, que llega con más descanso pero tratando de superar una aguda crisis futbolística de siete partidos consecutivos sin victorias. Jugarán por un lugar en una posible final ante San Lorenzo o Vélez, un choque que se disputaría el miércoles en estadio neutral y con público de ambas parcialidades, otra buena oportunidad de Lanús para exhibir su creciente convocatoria. Quedan por delante sólo dos partidos para la ganar la otra estrella y dar el salto más grande de la historia deportiva del viejo y humilde club nacido en el corazón de Lanús Este en 1915 que hoy triunfa, brilla y se encamina a consolidarse como un nuevo grande del  continente.

Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.com

sábado, 7 de diciembre de 2013

Himnos del corazón


Mientras uno disfruta y se sorprende de la actualidad de Lanús, único club que sortea con superávit los avatares de un fútbol argentino naturalmente deficitario, mientras palpita la increíble doble definición en la que está metido, a media final de levantar la Copa Sudamericana en La Fortaleza el próximo miércoles ante el Ponte Preta, a punto de enfrentar a Newell’s a todo o nada en Rosario y ante su multitud de siempre. El que gana juega la final. Y mientras uno relojea lo que pasa en Liniers, de donde saldrá el otro finalista -salvo que gane San Lorenzo y de la vuelta en el micro- se pregunta cómo pudo haber pasado esto, cómo fue que el humilde Lanús, aquel que un jugador de trayectoria internacional le embargó la cancha de bochas en los '70, en menos de tres décadas de crecimiento lento y paulatino se convirtió en la potencia futbolística e institucional que es hoy. Y mientras lo digo no dejo de pensar en que es necesario escribir bien esta historia. Para disfrutar nosotros, los que fuimos testigos y protagonistas del milagro, pero también para que nuestros hijos y nietos, aún cuando ya no estemos, lo bajen interesados de nuestra biblioteca, lo consulten y conozcan la verdad.

Carlos González, fallecido en 2010, 4 veces presidente de Lanús
Los libros de Néstor Bova han hecho un aporte fundamental al saber y la divulgación de la historia granate. En el primero de ellos están las estadísticas, las misceláneas y los hechos destacados de los 97 años de vida que tenía el club al momento de su edición. En el segundo se cuenta la vida de 97 granates, cada una de esas historia atraviesa y pinta diferentes momentos de un  devenir casi centenario. Son libros para cuidarlos, para que vivan mucho tiempo. La historia de Lanús es cosa de granates, y es nuestra obligación difundirla. Solo falta profundizar sobre las decisiones que nuestros dirigentes han venido tomando en las últimas décadas, sin omitir el tiempo y el contexto en que cada cosa ha ocurrido. Está demostrado que no la van a contar los grandes medios ni se van a ocupar de ella las más notables plumas. Nuestra historia se construye de viejos documentos y el recuerdo de los más añosos. Lo digo y pienso que hay que apurarse, porque ya no queda vivo testigo alguno de su fundación, al menos que yo sepa...

Si 17 de los 20 clubes de primera entregan balances deficitarios, si la mitad de ellos anuncian situaciones desesperantes y casi insolubles, si el dinero que administran lo pone el Estado Nacional, lo recibe la AFA y esta lo distribuye de manera irregular y arbitraria, si no controla el accionar de cada conducción dirigencial beneficiaria del dinero de todos y permite que lo dilapiden o directamente se lo afanen, el fútbol argentino seguirá barranca abajo y los buenos intentos individuales naufragarán en el mar de las injusticias y los negociados que se cuecen en torno suyo, que son moneda corriente y causantes de la moneda faltante.

No intento profundizar sobre la decisión gubernamental de hacerse cargo del fútbol y entregarlo gratis y para todos los argentinos, aunque disfruto de sus beneficios viendo cuanto puedo por TV. Pero sí me parece algo urgente a revisar el destino de los millones de pesos que los clubes reciben: No me parecería desatinado que una auditoría oficial y permanente objete los alocados emprendimientos de clubes que excedan su presupuesto y no tengan su respaldo en dinero. Por ejemplo, que audite los contratos que firman con los protagonistas principales del negocio, los jugadores y los cuerpos técnicos. La cuestión es más que evidente: se firman contratos que saben que no van a poder pagar, que terminará pagando la AFA en forma de adelanto, y que le generará un faltante futuro a las administraciones por venir, no me parecería ilógico una auditoría oficial que tenga la potestad de impedirlo y de argumentar su decisión exhibiendo la realidad económica y financiera de la entidad en cuestión, haciendo público sus balances veraces. Ejemplos sobran. River debe 400 millones de pesos, contrató a Teo Gutiérrez en 3.500.000 dólares por la mitad del pase, del cual aún no pagó un peso, pero que seguramente pronto tendrá que pagar, claro, un dirigente que no realizó semejante contratación.

Néstor Díaz Pérez, dirigente ejemplar, honesto y trabajador
La búsqueda dirigencial, es sabido, es la victoria deportiva, tanto para aquel socio que ama al club y lo conduce con astucia y decoro, y por lo tanto necesita las victorias para que su proyecto tenga continuidad, como viene ocurriendo en Lanús; como para aquel que con patrañas y golpes de efecto lo lleva al desfalco, como le ocurrió a River con Aguilar, a San Lorenzo con Sabino y a Independiente con Comparada, por citar tres ejemplos de hombres que dispusieron de un segundo mandato que les sirvió para profundizar la herida que estaban infligiéndole al club gracias al sufragio del minoritario grupo de socios que se toma el trabajo de ir a votar cada tres años. Visto como un tema insoluble, es más que evidente que  la AFA está simpatizando con otro tipo de conducción. Se trata de los que acceden al poder cortando camino cuando el club está fundido y sus socios desesperados, se trata de millonarios cercanos a la política y principalmente a los medios, como Tinelli, quien sin mediar militancia se convirtió en salvador por ser el único que se atrevió a agarrar el fierro caliente que dejó su antecesor, otro millonario, Carlos Abdo, uno que no estuvo a la altura y se retiró sin pudor dejando un desastre. Tinelli se hizo cargo y hasta ahora la lleva muy bien, los socios lo veneran, el Papa lo bendice y el periodismo lo aclama. Tengo la sensación que su conducción durará muchos años, tantos que el estatuto quedará archivado y un día nadie se acordará de votar porque nadie se animará a oponerse.  Pero no tengo dudas que el capitalista no regala su dinero, lo invierte, y se va sólo si se lleva su capital, sus intereses y sus ganancias. Cuesta imaginar que quedará de San Lorenzo después de Tinelli.

No obstante, es muy probable que el ejemplo cunda, y que la masa societaria de muchos clubes vote salvadores millonarios, ya que no abundan socios emprendedores y amantes de los colores que se animen, ni. tipos capaces de salvar el club garantizando deudas  con sus propiedades.  En Lanús los hubo a fines de los 70, varios aún caminan por la calle y pocos los reconocen como los guapos de verdad que fueron cuando tuvieron que decirle a su mujer “Vieja, firmá acá, vamos a garantizar un crédito para el club con nuestra casa”. Verdaderos valientes granates cuyos nombres deben trascender y recibir el reconocimiento de sus pares. También muchos otros dirigentes que los sucedieron, con Carlos González y Néstor Díaz Pérez como baluartes y guías, hasta los que están hoy. Se trata de hombres que han dedicado parte de su tiempo durante estos más de treinta años de reconstrucción, crecimiento y consagración, y fueron los hacedores del milagro. Es necesario que el mundo del fútbol del continente se entere cómo fue que han podido hacerlo. Y que nuestros nietos sepan de memoria sus nombres e historias a la par de las de los ídolos deportivos como si fueran himnos, para que alguien se anime a imitarlos y siempre se mantenga el rumbo.

Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.com

viernes, 6 de diciembre de 2013

Tres partidos por dos estrellas y una gran ilusión


Mientras Lanús está definiendo con el Ponte Preta la Copa Sudamericana, sus tres rivales en la definición por el Torneo Inicial descansan y esperan la última fecha: San Lorenzo tiene 32 puntos y se enfrentará con Vélez (30) en Liniers. Newell’s (30) recibe a Lanús con igual puntaje. Mientras el resto de la fecha se inicia hoy, estos dos partidos definitorios se disputarán el próximo domingo 18 de enero. ¿Cómo llegará cada uno de los protagonistas de esta definición?

Vélez había tenido un arranque irregular, en la sexta fecha dio la nota al ganarle claramente a Newell’s por 3 a 0, pero en la siguiente perdió por el mismo marcador en Córdoba, ante Belgrano. Después de esta caída recompuso sus líneas por la Copa, venciendo al ignoto rival que le tocó en octavos, La Equidad de Bogotá, uno de esos emprendimientos privados raros y sin historia. En la 8ª aplastó de local a Rafaela (4-1). La 9ª fue pálido empate en cero en La Plata con el Pincha. Luego de la 10ª fecha, cuando jugó de nuevo en La Plata pero esta vez perdió con Gimnasia (2-1), había ganado 3 partidos, con  4 empates y 3 derrotas, por entonces su objetivo mayor la competencia internacional: En el medio había clasificado a cuartos venciendo de local y por el mismo marcador (2-1) a la compañía de seguros colombiana.. Por la 11º tenía la chance de volver al triunfo contra Olimpo en Liniers, Gareca puso titulares porque faltaban tres semanas para el choque copero por cuartos con el Ponte Preta en Brasil, pero el equipo bahiense le ganó merecidamente por 2 a 1. Tenía 13 puntos y se quedaba atrás. En la fecha 12ª le ganó al que todos le ganaron, ajustado 1-0 a Racing en Avellaneda, antes de viajar superó de local a Argentinos por la 13ª, y de nuevo amagaba prenderse. De Brasil se trajo un empate auspicioso. Tres días después empató en cero en Quilmes, y el 7 de noviembre todo se desmoronó para Vélez: Perdió de local con el Ponte Preta y quedó eliminado de la Sudamericana. Tres días después, con titulares de aspecto cansado y desmotivado, mientras se hacía publico veladamente el seguro alejamiento de Gareca al concluir el torneo, igualó en cero con River en Liniers, quedaba con 21 puntos, lejos del puntero Newell’s,  y parecía afuera de todo.

Newell's y Lanús  jugarán en Rosario mirando al Bajo Flores
Newell’s venía en coche hasta la fecha 12: Había ganado consecutivamente los últimos cinco compromisos y era puntero absoluto con 26 unidades. Visitaba a Central, quien le ganó contra todos los pronósticos y con ese triunfo revivió, en tanto Newell’s iniciaba su crisis futbolística  De ahí hasta hoy no volvió a ganar, y de 18 puntos posibles apenas sumó 4, producto de igual número de empates, siendo derrotado por Tigre y All Boys en sus respectivos escenarios. Da la sensación que no es sólo cansancio, también han decrecido muchos rendimientos individuales y también padeció bajas importantes por lesión: Ya se sentían afuera y lo habían asimilado sin demasiado drama, son los últimos campeones y tienen crédito. Sus jugadores planificaban sus vacaciones, cuando la serie de empates de los demás del final  y lo caprichos del fixture lo subieron a esta increíble final de cuatro aspirantes que se enfrentan entre sí. Se las tendrá que ver de local ante el mejor equipo, Lanús, que de los últimos 21 puntos posibles sumó 17 y llega con un invicto de siete fechas, más tres por la Copa, y tal vez celebrando una consagración internacional que tiene servida.

San Lorenzo fue irregular desde un principio, cuando a falta de buenas performances de River y Boca pasó a ser el candidato de la prensa, siempre reverente ante el poder de Francisco y Marcelo. Pero nunca se terminó de acomodar futbolísticamente hablando. Perdió la misma cantidad que los tres que siguen con vida -cuatro partidos- pero ganó uno más y empató uno menos que Lanús, Vélez y Newell’s, por eso tiene 32 puntos y si gana es campeón. Había arrancado con dos victorias –ante Olimpo y el pobre Racing- pero fue goleado en el Bajo Flores por Argentinos (0-3) y en Quilmes (3-2). Agarró en plena crisis a River y a Central y les ganó de manera ajustada y con fallos polémicos a favor, pero se desinfló empatando de local con Godoy Cruz. Se aprovechó de Colón en Santa Fe por la fecha 8ª con un claro 0-2, y de Gimnasia en el Nuevo Gasómetro (3-0) por la 9ª, con una actuación que encendió elogios que se revelarían exagerados dos fechas después, al empatar en 0 con Tigre por la 10ª y perder con Arsenal en el viaducto por la fecha 11ª, el mismo que le había ganado poco antes y de manera contundente la final por la Copa Argentina por 3 a 0. Por la 12ª y la 14ª fecha, ambas de local, le ganó  a All Boys y Boca, pero en el medio perdió un partido clave con Lanús en La Fortaleza. Luego empató con Newell’s, le ganó de local a Belgrano, empató con ayuda en Rafaela y no pudo dar la tan promocionada vuelta olímpica en la última jornada, cuando empató en su cancha sin pena ni gloria con el Pincha. De los últimos veintiuno, de la 12ª a la 18ª fecha, sumó solo 12 puntos producto de 3 victorias y 3 empates, y la derrota ante Lanús: Para San Lorenzo fue una gran frustración el empate ante el Pincha, fueron preparados para ganar y dar la vuelta olímpica y se conformaron con un cero deslucido y pobre. Ahora deben revalidar la punta y consagrarse ante el empinado Vélez que lo espera con cuentas viejas y dientes afilados.

Vélez y San Lorenzo, un choque picante en Liniers

Los cuatro eran candidatos al comienzo del torneo, y los cuatro tuvieron su tiempo de bonanza y de malaria. La buena a la Lepra le duró hasta toparse con Central, lo que siguió fue una abrupta pérdida de confianza y de puntos. San Lorenzo siempre fue irregular, sus dos primeros golpes fuertes lo sufrió con Arsenal,  por la Copa Argentina y por la fecha 11ª, En la 13ª perdió un partido clave con Lanús y en las fechas 15ª, 17ª y 18ª cosechó sendos empates ante Newell’s, Rafaela y el Pincha, con una victoria ante Belgrano por la 16ª de ilusión efímera. Vélez revivió al final con tres victorias consecutivas: Le ganó a Central y a Colón de visitante y en el medio a Godoy Cruz de local. Llega mejor que su rival San Lorenzo pero no le faltan dudas ni problemas que resolver.

Lanús tuvo su tiempo de oscuridad entre la fecha 10 y la 12, cayendo con River y Godoy Cruz de local, y en el medio con Central en Arroyito. Por entonces ya no se hablaba del Torneo Inicial. Pero encadenó cinco victorias al hilo: Colón, Tigre y All Boys afuera, San Lorenzo y Arsenal en La Fortaleza y se volvió a prender. Podría haberse consagrado campeón si no lo hubieran hecho jugar contra Gimnasia por la fecha 17ª con 35 grados de calor a las 5 de la tarde y recién bajado del avión que lo trajo de Paraguay, o si no lo hubieran bombeado descaradamente ante Boca, al que bailó con los pibes en el primer tiempo pero se tuvo que conformar con un empate al quedar con dos hombres menos por el implacable  -por lo perjudicial- arbitraje de Diego Ceballos. Todos lo saben: Lanús es el que llega mejor, y antes de enfrentar a Newell’s deberá definir la final de la Copa en La Fortaleza. De levantar el trofeo internacional encarará sin presiones y con el ánimo bien arriba el segundo objetivo como una especie de yapa, mientras sus rivales serán vistos por la lupa siempre exigente y punzante de los hinchas propios, que no tienen demasiada paciencia como para aceptar una nueva postergación de fiesta. San Lorenzo, Vélez y Newell’s juegan por un título de campeón contra el destino de fracaso de una campaña trunca, mientras el grana afronta tres partidos por dos estrellas y la gloria.

Marcelo Calvente

  

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Viaje a las estrellas


Fue justamente en la temporada 90/91, aquella del retorno fugaz de Lanús a la primera división con Miguel Ángel Russo, que en la Argentina comenzaron los torneos cortos que a punto están de concluir el próximo semestre. Para variar, el inició fue con un error de apreciación, puesto que Newell`s, y Boca fueron considerados ganadores del Apertura 1990 y del Clausura 91 respectivamente, quienes definieron con partido de ida y vuelta resultando campeón el equipo rosarino. A partir del año siguiente cada torneo tuvo su campeón, y fue River el que de destacó a lo largo de esa década, obteniendo 8 títulos (6 Apertura y 2 Clausura) seguido de Boca y Vélez, con 4 títulos cada uno, Newell’s y San Lorenzo ganaron dos cada uno y el anuncio de lo que se venía en Independiente, que ganó uno solo. La siguiente década arrancaría con un milagro: Racing Campeón del Apertura 2001 del país que estallaba. Un año después Independiente ganaba su último título nacional. La supremacía de los grandes se viene apagando. Newell’s, Vélez y Estudiantes, que siempre estuvieron de la mitad de la tabla para arriba, siguen sumando títulos, e incluso algunos que erean bien de abajo como Lanús, Banfield, Argentinos y hasta el mismísimo Arsenal, el sidecar de la moto de Grondona, se anotaron también cada uno con una conquista.

Para encontrar una definición entre dos punteros hay que remontarse al año 2006, con Lanús como notable protagonista venciendo a Boca en la Bombonera por la última fecha del Apertura 2006, postergando su sueño de conquista nunca alcanzada y convirtiendo en trapo decenas de miles de remeras estampadas con la  palabra Tricampeón, consagración que Lanús malogró con su victoria, gesta deportiva que pasó a la historia como el Bombonerazo, la tarde que a Boca le pasó algo que jamás le había pasado: Perder un título en su cancha, vencido por un equipo “chico”. Con esa derrota Boca inauguró las finales por igualdad en el primer puesto. Tuvo que enfrentar a Estudiantes en cancha neutral –se jugó en Vélez un solo partido- y el Pincha se consagró. Un año después, un 3 de diciembre de 2007, el chico que más rápido crece le dio la vuelta olímpica en su mítico escenario  Ya se había quebrado la historia de los grandes y los chicos. En el Apertura 2008 se produce la primera y única triple definición, fue entre Boca, Tigre y San Lorenzo y se decidió con un sorteo, la noche que a Sabino lo mandaron a buscar la pizza.

¿Habrá una final entre Lanús y Vélez en cancha neutral?
En los últimos años se han producido sorpresas y definiciones apasionantes. El Apertura 2009 lo ganó Banfield, que perdió en la Bombonera pero igual se consagró gracias a la timidez habitual de Newell’s, flojito de finales, que perdió con San Lorenzo en el Parque por 2 a 0. Vélez, Argentinos, Estudiantes y hasta el mismísimo Arsenal, el hijo del director del colegio, se anotaron títulos. A los grandes cada vez les cuesta más, algunos hasta descienden de categoría. Lanús peleó varios títulos, ninguno con la convicción con que este colectivo granate, con las famosas cuatro patas de la mesa, está peleando esta doble competencia de Copa y también el Torneo Inicial, con cuatro equipos que tienen chance de ganarlo y se enfrentan entre sí: Lanús (30) tiene que ganar en Rosario ante Newell`s (30), el empate los elimina a ambos, y le sirven dos de los tres resultados posibles en Liniers. No le sirve que gane San Lorenzo (32), porque automáticamente se consagra campeón. Si empatan, el Ciclón define con el ganador de Newell’s – Lanús, si gana Vélez, es el Fortín el que va a la final.

Después de soportar varias arbitrariedades que lo perjudicaron, al llegar a la última  fecha con chances de ser campeón, Lanús pide, más bien exige a los gritos, postergación de su partido como lo contempla el reglamento, algo que la conducción de la AFA había anunciado que no iba a aceptar y que ahora aceptó sin chistar. Lanús, con un equipo repleto de juveniles notables había eliminado a Boca y seguía con vida, jugando con pibes que se debatieron como veteranos ante los fallos de Ceballos, el árbitro rival, autor de sanciones claves que sus compañeros no supieron aprovechar. Lo de Lanús aguantando el empate con dos hombre menos durante casi 15 minutos, terminó siendo una memorable hazaña.

Romagnoli lucha con Goltz, ¿Volverán a enfrentarse?
A partir de hoy, el deprimido San Lorenzo, que nunca estuvo a la altura del lugar de virtual campeón que de antemano le habían otorgado los medios; tanto como el empinado Vélez, que ganó los últimos tres partidos al hilo; y Newell`s, que hace ocho  que no gana, que perdió notablemente la línea de juego y sufrió demasiadas ausencias por lesión, y sobre todo desde que juega Trezeguet de titular, un típico caso de Síndrome del jugador-estatua, el mismo que padecen Boca con Riquelme, San Lorenzo con Romagnoli y Estudiantes con Verón.


 Tres equipos descansarán del agobio de los últimos calores padecidos, mientras hoy por la noche un Lanús titular -que no jugó ante Boca- se dispone a enfrentar al Ponte Preta en el Pacaembú por la primera final de la Sudamericana. Estos tres equipos que definirán con Lanús el torneo inicial seguirán descansando el próximo miércoles 11 del corriente, mientras el cuarto en cuestión reciba en la vuelta al equipo de Campinas. Cuatro días después de terminada  la Sudamericana, el domingo 15 de diciembre,  se juega la última fecha del inicial, la que vale una estrella, a la que tres equipos llegarán bien descansados, tal vez desconcentrados o aburridos por la tensión de la espera, y el cuarto en cuestión lo hará en plena competencia, tal vez victorioso y con el ánimo por las nubes. Hoy Lanús empieza a jugar por la primera estrella, de lograr obtenerla en siete días, su brillo puede encandilar a sus rivales cuando enseguida lo tengan que  enfrentar por la segunda.
   
Marcelo Calvente

lunes, 2 de diciembre de 2013

Del brillo al heroismo


Lo que empezó como victoria clara y contundente, con el brillo y el floreo de varios pibes de la cantera que componen el famoso dos x puesto del plantel de Lanús, un triunfo consagratorio para ellos y también para el club, la exposición clara y cruel de lo que significa grandeza en el fútbol moderno, algo que nada tiene que ver con la historia. La prepotencia del trabajo planificado y paciente, a largo plazo y con artesanal dedicación formativa, el Santo Grial del fútbol argentino hoy es propiedad exclusiva de Lanús, que lo acaba exhibir en la cancha. Sus merecimientos estuvieron a punto de cristalizarse en victoria rotunda en el minuto 18 del segundo tiempo, cuando Junior Benítez, de gran partido, construyó la jugada cósmica de su vida, cortando cerca de su área y atravesando en la contra a la desordenada defensa de Boca, a máxima velocidad, quedó cara a cara con Orión e intentó definir bien pero le salió mal, le faltó el efecto que debía torcer la bola hacia adentro. Con esa gran jugada Junior era tapa de los diarios, Lanús se ponía 3 a 1 y era el fin de la historia. Sin embargo la pelota salió besando el poste derecho…

Astina cumple  su sueño del pibe, un privilegio de pocos
El primer tiempo había sido netamente favorable a Lanús, un dominio absoluto a partir de los 15’ y rendimientos individuales muy lucidos, sobre todo de aquellos como Monteseirín, Martínez, Pasquini, Barrientos, Valdez Chamorro, Junior –gran figura- y el debutante de 17 años Marcos Astina, que concretó el sueño del pibe con el largamente merecido tanto granate a los 22’ de juego, mientras en el Bajo Flores se acercaba el final de un partido nacido para ser empate. El dominio granate se mantuvo hasta el final de la etapa y mereció marcar algún gol más, pero se fue a los vestuarios con una seria amenaza sobre sí, que el entrenador debió atender con más cuidado. Es que el obediente Ceballos se había dedicado a amonestar a toda la línea media local, la que está más expuesta a las infracciones porque juega en un terreno demasiado amplio. La eficiente tarea sucia del juez sería fundamental en adelante.

Lanús no arrancó bien en el segundo tiempo. A los 5 minutos la defensa granate durmió, Blandi cabeceó en el área chica y señaló el empate transitorio. Y para colmo, dos minutos después, Ortiz pecaba de torpe y caía inocentemente en la trampa de Ceballos; una vez más dejaba a su equipo con uno menos en semejantes instancias. Ahora Boca tenía la obligación de ir a buscarlo. Lanús llevaba quince minutos de distracción defensiva, pero Orión le regaló un balón a Pereyra Díaz, quien la cruzó justa para la punta del botín de Junior que desató el delirio de la Fortaleza. Fatalmente, demasiado pronto llegó el segundo empate xeneize. Poco después Ayala dejó a su equipo con 9 hombres, siempre con fallos de apreciación apuntalados por la aplicación de Ceballos para decidir en consonancia con los intereses y deseos del poder, un árbitro cuya designación para semejante partido era una evidente amenaza más de la AFA.  

El final fue espectacular, Lanús jugó los últimos quince minutos con dos hombres menos, y paradójicamente fue cuando  mejor se defendió. La pelota fue patrimonio de Boca, que tuvo tiempo y espacio para llegar a la puerta del área de Marchesín cuantas veces quiso, pero nunca encontró la manera de facturarlo en la red. Quedó flotando la sensación de que de no mediar el arbitraje de Ceballos y pese a que no pudo sostener dos ventajas, Lanús lo tenía para ganar con comodidad. El empate fue dura derrota y despedida para Boca, en cambio el local terminó celebrando por haber eliminado definitivamente al equipo de Bianchi de la pelea, y por seguir con vida pese a todo y a todos

Ayala, infantil, dejó a su equipo con 9 hombres
Postergación mediante, que al finalizar el partido Guillermo exigió sin medias tintas y a los gritos ante las cámaras, todo se definirá el 15 de diciembre en dos estadios con los enfrentamientos entre los cuatro que aún están en carrera. San Lorenzo tiene 32 puntos y visitará a Vélez (30), por su parte Lanús (30) visitará a Newell`s (30). Si el Ciclón consigue la victoria en Liniers da la vuelta olímpica. Lanús debe ganar en Rosario, resultado más que factible por tratarse el local de un equipo que ha empalidecido notablemente en el tramo final, al punto de haber obtenido apenas 4 puntos de los últimos 21 disputados contando a partir de la fecha 12, cuando perdió el clásico ante Central.  Fecha en la que no casualmente arrancó el sueño de Lanús, que fue creciendo a medida que conseguía las 17 unidades que logró sumar en idéntica cantidad de partidos, desde la goleada a Colón en Santa Fe hasta hoy no volvió a perder, pese a la enorme ventaja que le otorgó a sus competidores por ser el único elenco argentino que asumió la doble competencia, y que jugará  en tres días la primera final de Copa Sudamericana en San Pablo ante el Ponte Preta.


El equipo de Guillermo Barros Schelotto sigue soñando con los dos títulos y a decir verdad tiene con qué sustentarlo. Por actitud, por convicción, por presente físico y futbolístico, en la segunda mitad de torneo fue claramente el mejor equipo del país. No depende de si mismo, solo puede aspirar a compartir la punta y acceder a una final, pero le sirven dos de los tres posibles resultados de Liniers. Si el Grana gana en Rosario y hay empate en el Fortín, definirá con un choque mano a mano con San Lorenzo. En cambio si Vélez gana, y empatan Newell’s y Lanús, el equipo de Gareca se consagra campeón. Si hay ganador en Rosario, va a la final con Vélez o, si empatan en Liniers, con  San Lorenzo. La ilusión granate de sumar dos estrellas sigue viva. Hoy estaba para cerrar una victoria deslumbrante y tuvo que terminar aferrado al empate. El próximo 15 de diciembre cuando se disputen a la vez los dos partidos terminará esta atrapante competencia. O tal vez no, tal vez haya tiempo para un capítulo adicional aún más electrizante todavía.

Marcelo Calvente