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lunes, 2 de diciembre de 2013

Del brillo al heroismo


Lo que empezó como victoria clara y contundente, con el brillo y el floreo de varios pibes de la cantera que componen el famoso dos x puesto del plantel de Lanús, un triunfo consagratorio para ellos y también para el club, la exposición clara y cruel de lo que significa grandeza en el fútbol moderno, algo que nada tiene que ver con la historia. La prepotencia del trabajo planificado y paciente, a largo plazo y con artesanal dedicación formativa, el Santo Grial del fútbol argentino hoy es propiedad exclusiva de Lanús, que lo acaba exhibir en la cancha. Sus merecimientos estuvieron a punto de cristalizarse en victoria rotunda en el minuto 18 del segundo tiempo, cuando Junior Benítez, de gran partido, construyó la jugada cósmica de su vida, cortando cerca de su área y atravesando en la contra a la desordenada defensa de Boca, a máxima velocidad, quedó cara a cara con Orión e intentó definir bien pero le salió mal, le faltó el efecto que debía torcer la bola hacia adentro. Con esa gran jugada Junior era tapa de los diarios, Lanús se ponía 3 a 1 y era el fin de la historia. Sin embargo la pelota salió besando el poste derecho…

Astina cumple  su sueño del pibe, un privilegio de pocos
El primer tiempo había sido netamente favorable a Lanús, un dominio absoluto a partir de los 15’ y rendimientos individuales muy lucidos, sobre todo de aquellos como Monteseirín, Martínez, Pasquini, Barrientos, Valdez Chamorro, Junior –gran figura- y el debutante de 17 años Marcos Astina, que concretó el sueño del pibe con el largamente merecido tanto granate a los 22’ de juego, mientras en el Bajo Flores se acercaba el final de un partido nacido para ser empate. El dominio granate se mantuvo hasta el final de la etapa y mereció marcar algún gol más, pero se fue a los vestuarios con una seria amenaza sobre sí, que el entrenador debió atender con más cuidado. Es que el obediente Ceballos se había dedicado a amonestar a toda la línea media local, la que está más expuesta a las infracciones porque juega en un terreno demasiado amplio. La eficiente tarea sucia del juez sería fundamental en adelante.

Lanús no arrancó bien en el segundo tiempo. A los 5 minutos la defensa granate durmió, Blandi cabeceó en el área chica y señaló el empate transitorio. Y para colmo, dos minutos después, Ortiz pecaba de torpe y caía inocentemente en la trampa de Ceballos; una vez más dejaba a su equipo con uno menos en semejantes instancias. Ahora Boca tenía la obligación de ir a buscarlo. Lanús llevaba quince minutos de distracción defensiva, pero Orión le regaló un balón a Pereyra Díaz, quien la cruzó justa para la punta del botín de Junior que desató el delirio de la Fortaleza. Fatalmente, demasiado pronto llegó el segundo empate xeneize. Poco después Ayala dejó a su equipo con 9 hombres, siempre con fallos de apreciación apuntalados por la aplicación de Ceballos para decidir en consonancia con los intereses y deseos del poder, un árbitro cuya designación para semejante partido era una evidente amenaza más de la AFA.  

El final fue espectacular, Lanús jugó los últimos quince minutos con dos hombres menos, y paradójicamente fue cuando  mejor se defendió. La pelota fue patrimonio de Boca, que tuvo tiempo y espacio para llegar a la puerta del área de Marchesín cuantas veces quiso, pero nunca encontró la manera de facturarlo en la red. Quedó flotando la sensación de que de no mediar el arbitraje de Ceballos y pese a que no pudo sostener dos ventajas, Lanús lo tenía para ganar con comodidad. El empate fue dura derrota y despedida para Boca, en cambio el local terminó celebrando por haber eliminado definitivamente al equipo de Bianchi de la pelea, y por seguir con vida pese a todo y a todos

Ayala, infantil, dejó a su equipo con 9 hombres
Postergación mediante, que al finalizar el partido Guillermo exigió sin medias tintas y a los gritos ante las cámaras, todo se definirá el 15 de diciembre en dos estadios con los enfrentamientos entre los cuatro que aún están en carrera. San Lorenzo tiene 32 puntos y visitará a Vélez (30), por su parte Lanús (30) visitará a Newell`s (30). Si el Ciclón consigue la victoria en Liniers da la vuelta olímpica. Lanús debe ganar en Rosario, resultado más que factible por tratarse el local de un equipo que ha empalidecido notablemente en el tramo final, al punto de haber obtenido apenas 4 puntos de los últimos 21 disputados contando a partir de la fecha 12, cuando perdió el clásico ante Central.  Fecha en la que no casualmente arrancó el sueño de Lanús, que fue creciendo a medida que conseguía las 17 unidades que logró sumar en idéntica cantidad de partidos, desde la goleada a Colón en Santa Fe hasta hoy no volvió a perder, pese a la enorme ventaja que le otorgó a sus competidores por ser el único elenco argentino que asumió la doble competencia, y que jugará  en tres días la primera final de Copa Sudamericana en San Pablo ante el Ponte Preta.


El equipo de Guillermo Barros Schelotto sigue soñando con los dos títulos y a decir verdad tiene con qué sustentarlo. Por actitud, por convicción, por presente físico y futbolístico, en la segunda mitad de torneo fue claramente el mejor equipo del país. No depende de si mismo, solo puede aspirar a compartir la punta y acceder a una final, pero le sirven dos de los tres posibles resultados de Liniers. Si el Grana gana en Rosario y hay empate en el Fortín, definirá con un choque mano a mano con San Lorenzo. En cambio si Vélez gana, y empatan Newell’s y Lanús, el equipo de Gareca se consagra campeón. Si hay ganador en Rosario, va a la final con Vélez o, si empatan en Liniers, con  San Lorenzo. La ilusión granate de sumar dos estrellas sigue viva. Hoy estaba para cerrar una victoria deslumbrante y tuvo que terminar aferrado al empate. El próximo 15 de diciembre cuando se disputen a la vez los dos partidos terminará esta atrapante competencia. O tal vez no, tal vez haya tiempo para un capítulo adicional aún más electrizante todavía.

Marcelo Calvente

    

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