Lo que empezó como victoria clara
y contundente, con el brillo y el floreo de varios pibes de la cantera que componen
el famoso dos x puesto del plantel de Lanús, un triunfo consagratorio para
ellos y también para el club, la exposición clara y cruel de lo que significa
grandeza en el fútbol moderno, algo que nada tiene que ver con la historia. La
prepotencia del trabajo planificado y paciente, a largo plazo y con artesanal dedicación
formativa, el Santo Grial del fútbol argentino hoy es propiedad exclusiva de
Lanús, que lo acaba exhibir en la cancha. Sus merecimientos estuvieron a punto
de cristalizarse en victoria rotunda en el minuto 18 del segundo tiempo, cuando
Junior Benítez, de gran partido, construyó la jugada cósmica de su vida,
cortando cerca de su área y atravesando en la contra a la desordenada defensa
de Boca, a máxima velocidad, quedó cara a cara con Orión e intentó definir bien
pero le salió mal, le faltó el efecto que debía torcer la bola hacia adentro. Con
esa gran jugada Junior era tapa de los diarios, Lanús se ponía 3 a 1 y era el fin de la
historia. Sin embargo la pelota salió besando el poste derecho…
Astina cumple su sueño del pibe, un privilegio de pocos |
El primer tiempo había sido
netamente favorable a Lanús, un dominio absoluto a partir de los 15’ y rendimientos individuales
muy lucidos, sobre todo de aquellos como Monteseirín, Martínez, Pasquini,
Barrientos, Valdez Chamorro, Junior –gran figura- y el debutante de 17 años
Marcos Astina, que concretó el sueño del pibe con el largamente merecido tanto
granate a los 22’
de juego, mientras en el Bajo Flores se acercaba el final de un partido nacido
para ser empate. El dominio granate se mantuvo hasta el final de la etapa y mereció
marcar algún gol más, pero se fue a los vestuarios con una seria amenaza sobre sí,
que el entrenador debió atender con más cuidado. Es que el obediente Ceballos se había dedicado a amonestar a toda la línea media local, la
que está más expuesta a las infracciones porque juega en un terreno demasiado
amplio. La eficiente tarea sucia del juez sería fundamental en adelante.
Lanús no arrancó bien en el
segundo tiempo. A los 5 minutos la defensa granate durmió, Blandi cabeceó
en el área chica y señaló el empate transitorio. Y para colmo, dos minutos
después, Ortiz pecaba de torpe y caía inocentemente en la trampa de Ceballos;
una vez más dejaba a su equipo con uno menos en semejantes instancias. Ahora
Boca tenía la obligación de ir a buscarlo. Lanús llevaba quince
minutos de distracción defensiva, pero Orión le regaló un balón a Pereyra Díaz, quien la cruzó justa para la punta del
botín de Junior que desató el delirio de la Fortaleza. Fatalmente ,
demasiado pronto llegó el segundo empate xeneize. Poco después Ayala dejó a su
equipo con 9 hombres, siempre con fallos de apreciación apuntalados por la aplicación
de Ceballos para decidir en consonancia con los intereses y deseos del poder, un
árbitro cuya designación para semejante partido era una evidente amenaza más de
la AFA.
El final fue espectacular, Lanús jugó
los últimos quince minutos con dos hombres menos, y paradójicamente fue
cuando mejor se defendió. La pelota fue
patrimonio de Boca, que tuvo tiempo y espacio para llegar a la puerta del área
de Marchesín cuantas veces quiso, pero nunca encontró la manera de facturarlo en
la red. Quedó flotando la sensación de que de no mediar el arbitraje de
Ceballos y pese a que no pudo sostener dos ventajas, Lanús lo tenía para ganar
con comodidad. El empate fue dura derrota y despedida para Boca, en cambio el
local terminó celebrando por haber eliminado definitivamente al equipo de
Bianchi de la pelea, y por seguir con vida pese a todo y a todos
Ayala, infantil, dejó a su equipo con 9 hombres |
Postergación mediante, que al
finalizar el partido Guillermo exigió sin medias tintas y a los gritos ante las
cámaras, todo se definirá el 15 de diciembre en dos estadios con los enfrentamientos
entre los cuatro que aún están en carrera. San Lorenzo tiene 32 puntos y
visitará a Vélez (30), por su parte Lanús (30) visitará a Newell`s (30). Si el
Ciclón consigue la victoria en Liniers da la vuelta olímpica. Lanús debe ganar en
Rosario, resultado más que factible por tratarse el local de un equipo que ha
empalidecido notablemente en el tramo final, al punto de haber obtenido apenas
4 puntos de los últimos 21 disputados contando a partir de la fecha 12, cuando
perdió el clásico ante Central. Fecha en
la que no casualmente arrancó el sueño de Lanús, que fue creciendo a medida que
conseguía las 17 unidades que logró sumar en idéntica cantidad de partidos, desde
la goleada a Colón en Santa Fe hasta hoy no volvió a perder, pese a la enorme
ventaja que le otorgó a sus competidores por ser el único elenco argentino que
asumió la doble competencia, y que jugará en tres días la primera final de Copa
Sudamericana en San Pablo ante el Ponte Preta.
El equipo de Guillermo Barros
Schelotto sigue soñando con los dos títulos y a decir verdad tiene con qué
sustentarlo. Por actitud, por convicción, por presente físico y futbolístico,
en la segunda mitad de torneo fue claramente el mejor equipo del país. No
depende de si mismo, solo puede aspirar a compartir la punta y acceder a una
final, pero le sirven dos de los tres posibles resultados de Liniers. Si el
Grana gana en Rosario y hay empate en el Fortín, definirá con un choque mano a
mano con San Lorenzo. En cambio si Vélez gana, y empatan Newell’s y Lanús, el
equipo de Gareca se consagra campeón. Si hay ganador en Rosario, va a la final
con Vélez o, si empatan en Liniers, con San
Lorenzo. La ilusión granate de sumar dos estrellas sigue viva. Hoy estaba para
cerrar una victoria deslumbrante y tuvo que terminar aferrado al empate. El
próximo 15 de diciembre cuando se disputen a la vez los dos partidos terminará
esta atrapante competencia. O tal vez no, tal vez haya tiempo para un capítulo
adicional aún más electrizante todavía.
Marcelo Calvente
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