La opinión pública es, en
esencia, la madre de todas las disidencias. Puede ser que una idea predomine
ampliamente sobre otra. Puede ocurrir en cambio que existan varias corrientes
de opinión antagónicas que encolumnen detrás de sí un dispar número de
adherentes. Todo puede verse de distinta forma y cada opinión tener tanto de
certera como de incierta, Depende del cristal con que se mira. Digo esto a
propósito del presente futbolístico de Lanús, a horas de cumplirse la fecha que
marca el 50% del camino recorrido, invicto, con 14 goles a favor y tres en
contra en 9 partidos disputados, incluyendo el choque con la UAI Urquiza por la Copa Argentina ; prácticamente
clasificado para la
Copa Sudamericana a jugarse el próximo semestre, puntero
desde la fecha inicial del Torneo Final, con dos puntos de ventaja y sin
rivales que asomen como amenaza cierta, y con muy buenas perspectivas en el
otro torneo en disputa, Lanús está transitando el mejor semestre de su historia
en lo que a resultados se refiere, y no hay nada más certero que los números
para cerrar correctamente los balances. Si sos granate, es momento de disfrutarlo.
Y desde ese marco conformista también podemos analizar la campaña y evaluar el
juego del equipo para observar mejor este auspicioso presente.
Guillermo Barros Schelotto, técnico de Lanús. |
Pese
a contar con un plantel mucho menos cotizado, Guillermo Barros Schelloto supo mejorar
el juego de aquel equipo de Schurrer que apostó todo a la Libertadores y se
quedó en el camino en octavos de final. Ya no están más Braghieri, Fritzler,
Camoranesi, Valeri, Pereyra y el Tanque Pavone, y es virtud de Guillermo que en este
Lanús se destaquen Vizcarrondo, Ayala, el Pulpito González, Blanco y Chávez. Dicho
en criollo, el mellizo Barros Schelloto y la conducción del club han logrando un
equipo mejor, pero con jugadores de menos cartel e invirtiendo por lo tanto mucho
menos dinero. Y a decir verdad no se extraña demasiado a los que se fueron, a
excepción de Pavone. No es fácil resistirse a la tentación de imaginar a este
Lanús con aquel Pavone que hace justo un año brillara vistiendo la casaca granate.
Y es justamente en torno a su reemplazante, Ismael Blanco, donde la opinión
publica partidaria más se divide, y como es frecuente, a casi nadie le falta
algo de razón.
Alguno sostienen que Blanco
realiza un muy interesante aporte al sacrificado trabajo de recuperación que el
equipo inicia en campo contrario, otro de los grandes avances tácticos de éste Lanús
respecto del de Schurrer y también de Zubeldía: Lanús era largo. Zubeldía así
lo quiso, Schurrer no pudo cambiarlo definitivamente aunque lo intentó, y fue
Guillermo el que transformó definitivamente a aquel equipo que se retrasaba,
que cedía demasiados espacios, que perdía en el medio y que no peleaba la
tenencia sino que trataba de que el rival no saque provecho de ella, aquel que
golpeaba y era golpeado por igual. Hay que remitirse al elenco que obtuvo el
título en el Apertura 07 para establecer una comparación posible, y yo estoy
convencido que el de Guillermo está un escalón arriba, y si bien aún nada ha ganado
porque nada ha concluido, los números parciales así lo indican: Invicto, tres
goles en contra en nueve partidos.
Ismael Blanco no termina de afirmarse como goleador. |
El
equipo de Guillermo sabe a que juega, comprende la necesidad de tener el balón
y lucha en todos los sectores por conseguirlo, sabe darle destino seguro, sabe como
atacar y tiene variantes para llegar al gol. Exhibe precisión tanto en el juego
corto como en largo -eso le permite sorprender a espaldas de los defensores
rivales- y sabe como penetrar entre ellos en base a toques cortos. Tiene la pólvora
de Ayala, el talento de Pizarro, la categoría de Regueiro, el gran presente de
Romero, los cuatro del fondo que sabemos de memoria, el recambio en Balbi,
Izquierdoz, Chávez y Leandro Díaz, la esperanza de varios pibes que la ven
desde adentro. En eso casi todos coincidimos. Solo la continuidad de Ismael
Blanco divide aguas, y excede lo que respecta a su inclusión o no en el primer
equipo, justamente por que su posible reemplazo, a falta de un goleador
natural, involucra una modificación táctica en el armado del equipo. Nadie
podría reclamarle a Blanco por falta de entrega, tampoco pueden obviarse sus
virtudes técnicas, está muy claro que las tiene. Sí suelen algunos señalar que
le falta consistencia física para enfrentar a los centrales del fútbol
argentino, y nadie duda que la capacidad goleadora no ha sido su principal
virtud, como que tampoco impresiona el Tucu Díaz como un reemplazante
auspicioso, en tanto Pereyra Díaz aún no terminó de llegar. Hay quienes cuestionan
la decisión de insistir con tres delanteros, teniendo en cuenta que el centro
atacante vale más por lo que aporta a la lucha y la recuperación del balón que
al juego ofensivo del equipo. En concreto, algunos opinan que como todos le
juegan con línea de cuatro, a Lanús le falta un volante ofensivo que se ubique
detrás de la línea de la pelota, que no es tan necesario el aporte de Blanco
recibiendo de espaldas y aguantando el balón, algo que no parece ser su fuerte,
sino la llegada de mediocampistas que concreten lo mucho que Regueiro y Romero
pueden generar cuando conforman dupla atacante.
Varios opinan que en lo
principal, en la definición, Blanco está fallando, y otros agregan que su
presencia condiciona el trabajo de Romero y Regueiro. Según esta corriente de
opinión, con Blanco en cancha, Regueiro
se aleja de la zona de definición, donde el moreno entrega sus mejores brillos,
porque debe colaborar por la banda izquierda de un mediocampo que a veces queda
en inferioridad numérica: Otro tanto le pasaría a Romero, dicen, y agregan que
además entra mucho menos en juego porque Lanús, si puede, ataca siempre por
izquierda, y entre él y Regueiro se ubica Ismael Blanco. A horas de enfrentar a All Boys en
La Fortaleza
por la 9ª fecha del Torneo Final, un partido que Lanús debe ganar para que los
empates ante Quilmes y Boca se puedan considerar buenos resultados, una
victoria que afirmaría el liderazgo que se inició en la primera fecha, un
triunfo granate logrado con amplitud y con algún gol de Ismael Blanco sería la
demostración de que opinar podemos opinar todos pero el que decide es el
entrenador, ya que conoce a sus dirigidos y debe saber muy bien lo que pretende
de cada uno de ellos.
Marcelo Calvente
No hay comentarios:
Publicar un comentario