Ads 468x60px

lunes, 8 de abril de 2013

Sin brillar, Lanús mantuvo la punta y el invicto


La visita de Lanús a la Bombonera por la 8ª fecha del Torneo Final concluyó con empate en cero, y el saldo bien puede analizarse desde distintos lugares, ya sea desde lo estrictamente relacionado al juego del equipo de Guillermo y las dificultades que tuvo ante un rival que realizó su mejor actuación del año, tanto como desde lo que indican los resultados finales de la fecha en general. Lanús continúa puntero e invicto, estiró un escalón más su ventaja sobre el segundo, Newell's -que cayó de local ante Colón de Santa fe y quedó a dos unidades del líder- y el próximo fin de semana recibe en La Fortaleza a All Boys, de flojo rendimiento, pero entonado por el golpe que le asestó a Independiente. Los cuadros chicos saben disfrutar ese tipo de triunfos, mucho más si además significan padecimientos y desgracias para los tradicionales grandes. Lanús no solo debe ganarle, sino también recuperar la velocidad, la precisión y la profundidad, virtudes que lo llevaron a la cima pero que en las últimas dos presentaciones aparecieron en cuentagotas. 

Regueiro intentó siempre por izquierda ante su compatriota Albín.
Desde el inicio, Boca logró exhibir un orden y una concentración que hasta hoy nunca había tenido, y Lanús solo por momentos pudo imponer condiciones sobre la tenencia del balón, que nunca tuvo dueño definido. Por momentos Boca mostraba potencia ofensiva, en otras ocasiones era Lanús el que se adueñaba del trámite y jugaba la pelota con paciencia y claridad pero sin lograr inquietar seriamente a Orión. En el medio, dos cortes de luz enfriaron todo intento. El complemento fue peor, y por momentos Boca logró llegar con peligro, principalmente por la derecha de la defensa granate donde Araujo pagó alto precio a la inactividad y Goltz volvió a dar señales de que suele desbocarse cuando se fastidia porque el equipo no juega bien. Y todo Lanús jugó con ese mismo fastidio. Un poco porque le costó imponer condiciones y jugar con la soltura habitual, y otro poco porque no le gustaron ciertos fallos del árbitro Diego Ceballos, que cobró infracciones inexistentes en las cercanías del arco de Marchesín, expulsó al mellizo Gustavo sobre el cierre de la etapa inicial, aunque sobre el final del partido no marcó una carga de Araujo sobre el Burrito Martínez en el área que bien pudo haber sancionado penal y perdonó al Pulpito González, a quien debió mostrarle la segunda amarilla tras un agarrón a Riquelme. A 10' del cierre Boca sintió el trámite, y aunque no dejó de generar peligro, perdió retroceso y se desordenó en defensa, pero a esa altura Romero ya estaba metido de cabeza en una de sus noches sombrías, y Regueiro ya se había olvidado del arco rival y con su reconocida sabiduría se dedicaba a dormir el trámite y cerrar la igualdad, entendiéndola como un buen resultado. El paso de Lanús por la Boca lejos estuvo de ser brillante pero dejó la estela del andar de un puntero que sale a ganar en todos los terrenos pero que en la adversidad acepta conformarse con defender su arco sin meterse atrás, que tiene a un Pizarro en notable y paulatino crecimiento, y en el arco a Agustín Marchesín, otra vez figura, con pocas pero muy destacadas intervenciones, Lanús es un sólido y eficiente puntero e invicto con solo tres goles en contra en 8 partidos, con 13 anotaciones a favor. 

Blanco no tuvo un buen partido y fue reemplazado por Chavez.
Y si de resultados hablamos, podemos afirmar que de haber sumado los cuatro puntos que dejó al igualar con Quilmes y Boca, de cara al choque ante All Boys, el torneo estaba encaminado a depender solo de Lanús. También pudo haber perdido ambos encuentros, y otra sería la situación, pero Newell's cayó en Rosario, Godoy Cruz empató de local con Belgrano, en tanto River se volvió a prender con su triunfo en Avellaneda ante Racing. No se advierte otro adversario que no sea uno estos tres que pueda destacarse en la segunda mitad y convertirse en un serio oponente en la lucha por el título. Como nunca en su historia, Lanús se apoderó de la punta desde la fecha inicial y lleva ocho fechas manteniendo esa posición de privilegio soportando la presión que significa conservarla fecha tras fecha. Por otra parte, hay un déficit que Guillermo seguramente estará pensando en resolver y tiene que ver con la escasa efectividad en la red de Ismael Blanco, el hombre que él pidió para que convierta en gol lo que el equipo produce en ofensiva y que solo pudo marcar dos, aunque su aporte en la tarea de recuperación y en en el juego aéreo defensivo es destacado. La duda de los mellizos debe pasar por continuar confiando en Blanco, darle una chance a Leandro Díaz, que a decir verdad no confirma en los pocos minutos de juego lo que anuncia en los entrenamientos, o probar al recién llegado Jorge Pereyra Díaz, joven con condiciones pero sin experiencia en primera, adquirido a Ferro Carril Oeste con el torneo en marcha. Otra opción sería cambiar el esquema para que ingrese el Pochi Chávez como enlace y atacar con dos, ya que en el dibujo actual de tres volantes quedó demostrado que el ex Boca no tiene lugar. 

La visita de All Boys será una excelente ocasión de volver a la senda victoriosa y recuperar el juego colectivo de precisión y la efectividad en los últimos metros que ayer en la Boca no logró imponer. De ser así, y de no prenderse con posibilidades serias River o algún otro tapado, el torneo perderá interés en cuanto a quien será el campeón, y el ojo de la afición futbolera, conducido por la prensa especalizada de orden nacional, cada vez menos deportiva y más amarilla, se terminará posando en el drama de los que luchan por permanecer en primera división y la tragedia de quienes no lo consigan. Allí estará Independiente, por historia el tercer grande y uno de los dos equipos argentinos que nunca dejó el sitial de privilegio -el otro es Boca- transitando lenta e inexorablemente su anunciada caída a la "B" Nacional, con sus hinchas incrédulos de lo que están por vivir, algo que se veía venir para todos menos para ellos. Una clara demostración de que en el fútbol argentino de hoy la grandeza solo sirve para adornar vitrinas y para cubrir de dramatismo las lógicas derrotas deportivas que suceden a las malas gestiones dirigenciales.


Marcelo Calvente

No hay comentarios:

Publicar un comentario