El defensor venezolano, quien había llegado con lo justo al
partido de anoche debido a un esguince de tobillo y de rodilla derecha, fue
reemplazado en el primer tiempo con una contractura. En su reemplazo ingresó el juvenil que llegó de Chicago y le encanta a Guillermo.
Con el venezolano en cancha, Lanús no sufrió sobresaltos. |
No llegó a opacar la alegría por el triunfo en casa, el
cuarto en cinco partidos, ni la emoción por volver a verse en lo más alto de la
tabla. Sí fue un pequeño lunar en una noche mágica para Lanús y su gente:
Oswaldo Vizcarrondo, quien había llegado con lo justo al partido de hoy ante
Arsenal, debió ser reemplazado en el primer tiempo, aquejado por una
contractura en el aductor derecho.
El defensor venezolano se había entrenado de manera
diferenciada durante buena parte de última semana, ya que frente a Racing había
sufrido un esguince en el tobillo y otro en la rodilla de la pierna derecha. Sin
embargo, la felicidad le duró poco: a los 36’ de la etapa inicial, Vizca rechazó un pelotazo, sintió el pinchazo y pidió el
cambio. En principio, es sólo un “tirón”, pero mañana mañana le realizarán
estudios para conocer el grado de la lesión. En caso de ser más grave, se
perdería, al menos, el choque del domingo ante Godoy Cruz y los compromisos de
su selección: el del viernes 22 de marzo ante Argentina, en Buenos Aires, y el del
martes 26, como local, frente a Colombia.
La buena noticia es que se produjo el debut en Primera
División de Marcelo Herrera, el marcador juvenil proveniente de Chicago que le
gusta mucho a Guillermo Barros Schelotto. El pibe, que juega de marcador central,
ingresó como lateral por la derecha y Carlos Izquierdoz acompañó en la zaga a
Paolo Goltz. “Como no tiene experiencia, preferimos ubicarlo en ese sector, y
respondió muy bien”, lo elogió el técnico.
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