Rodolfo Graieb, icono de la historia reciente del club, reconoció en Corazón Granate (AM 1140) que no quedó conforme con su despedida, aunque avisó que no le tiene "rencor" a Zubeldía por no haberlo hecho jugar en su último partido. Además, se refirió a su etapa como ayudante de campo de Gabriel Schurrer, a su primera experiencia como entrenador en General Paz Juniors, y manifestó que cree que "falta poco" para que el Granate vuelva a salir campeón.
Rodo ya dirigió en General Paz Juniors de Córdoba, en 2012.
Ciento sesenta y seis partidos con la camiseta de Lanús. Un
gol, de penal, en la Copa Ciudad de Buenos Aires de 2008. Un título, el del
Apertura 2007. Y cuatro participaciones en torneos internacionales, entre 2008
y 2009. Rodolfo Moisés Graieb, hoy técnico de fútbol, es un icono de la
historia reciente del Granate. Pese a haber surgido de las Inferiores de Talleres, y de haberse consolidado en Huracán, el cordobés se
ganó el corazón de los hinchas gracias a su esfuerzo, su compromiso y su
humildad. Y ese conjunto de virtudes, además de su buen aporte como futbolista, lo convirtieron en uno de los personajes más queridos por el sur del Gran Buenos Aires. El Rodo, subcapitán del equipo que se coronó el 2 de diciembre en la Bombonera, defendió los colores del club desde 2004 hasta su retiro en 2009 y, a pesar de no haberse despedido como él -y la gente- pretendía, atesora un muy grato recuerdo de sus
paso por la institución. Es que el ex defensor no ingresó ni un minuto en aquella última fecha del Clausura, ante San Martín de Tucumán, en el Jardín de la República, más allá de que el conjunto que dirigía Luis Zubeldía ya no tenía chances de ser campeón (ganó 3 a 2).
“Me hubiese gustado dejar el fútbol de otro modo, ya sea entrando un rato o jugando algún partido de local, como hace la mayoría, pero adentro de la cancha. En toda mi
carrera fui imaginándome el día del retiro, y más todavía cuando ya tenía casi 36 años
y había vivido la mejor etapa de mi vida en Lanús, con la obtención de un título que cada
día valoro más. Yo había sido un referente del grupo que logró el
campeonato, y me había ilusionado con despedirme de la mejor manera. Igual, ya
pasó, yo no juzgo a nadie. En el momento me dolió lo que sucedió, pero entendí
la situación. Luis tomó una decisión y hubo que aceptarla. Considero que es uno
de los mejores técnicos del país y, de hecho, aprendí mucho de él. Son cosas
que a mí me sirven para saber cómo actuaría yo en ese caso, desde mi puesto de entrenador. No tengo rencores,
ni mucho menos. A veces hay que tomar determinaciones más allá de lo que dicte
el corazón, aunque sin olvidarse de que los futbolistas son seres humanos. Es complicado”,
reconoció Graieb, quien fue ayudante de Gabriel Schurrer durante la primera
etapa del rafaelino en el banco de Lanús.
El cordobés jugó 24 partidos internacionales en el Granate.
Esa experiencia, que incluyó el subcampeonato del Clausura
2011, le sirvió al ex lateral del Barcelona de Ecuador para terminar de formarse como director técnico, su principal profesión (también trabaja en la empresa constructora de su padre
y en mayo abrirá una escuela de fútbol junto con su hermano Diego, también ex
jugador). “Le agradezco mucho a Chucho y los directivos por haberme
dado la posibilidad de trabajar con la Primera. Aprendí mucho
al lado de Gabriel y la pasé muy bien. Lanús es mi casa y siempre lo será, más
allá de no haber surgido ahí. Lamentablemente, tuve que volverme a Córdoba por
cuestiones personales: mi suegra estaba muy enferma y quise acompañar a mi
familia en ese duro proceso, que terminó con su fallecimiento. Creo que hice bien en brindarme a mi mujer y a mis
hijos. Y, por otra parte, quería comenzar a buscar mi rumbo como técnico principal. Actualmente sé que tengo las
puertas abiertas del club, y sería hermoso volver algún día, pero hoy estoy en
un momento de transición. Hay que esperar los momentos, no forzarlos. Tengo que
trabajar con humildad, empezar de cero, laburarme muchísimo y capacitarme el
doble de lo que yo creía. Todo llegará a su tiempo”, comentó en Corazón Granate
(AM 1140) el ídolo, que hace un par de años se radicó definitvamente en Río
Ceballos, su ciudad natal.
En Córdoba encaró su primer desafío al frente de un plantel profesional. Fue en General Paz Juniors, como sucesor de Carlos Enrique, otro ex futbolista de Lanús. Sin embargo, su etapa en el equipo que participa del Torneo Argentino B no fue del todo positiva y debió abandonar su cargo a los pocos meses de haber asumido. “Es un club
muy chico del Interior, que juega en una de las categoría más duras del fútbol argentino. Había jugadores
que tenían que salir a trabajar para poder comer, y yo no podía exigirlos como correspondía. Por ejemplo, dirigía a un chico que trabajaba de sereno, no
dormía, y después tenía que jugar. Igual, todo sirve de aprendizaje”, comentó Rodolfo, quien
ahora escucha ofertas: “Trato de ver fútbol todo el fútbol que puedo, de viajar a Buenos Aires y asimilar
ideas para estar siempre preparado”.
Graieb, además, se refirió al muy buen presente que atraviesa
Carlos Araujo, un futbolista que él recomendó para que se incorporara al plantel. "Estoy feliz por el Pipi. Cuando nos sentamos a hablar de refuerzos con Schurrer, en 2011, yo propuse a él. Lo veía muy parecido a mí por la garra y por su capacidad para clausurar su sector. Sabía que en Lanús iba a gozar de la tranquilidad que no había encontrado en otras partes, ni siquiera en Europa. Es más, estoy seguro de que le va a dar muchas más alegrías a la gente del club. Ojalá tenga la suerte de ganar un torneo, como me pasó a mí", dijo el papá de Nicolás, aquel pequeñín que lo acompañaba a los entrenamientos y que ahora hincha por el Granate a más de 700 kilómetros de sitancia. ¿Cuánto falta para que los Graieb vuelvan a festejar juntos? "Yo creo que poco. El título se dará por decantación, como pasó en 2007. Con Chucho estuvimos cerca, después vinieron otras muy buenas campañas, y los mellizos están haciendo un trabajo espectacular. El equipo juega como le gusta a los hinchas. Siempre quiero que Lanús salga campeón, y estoy seguro de que pronto se va a dar".
Siempre es una alegría saber de Graieb que está tan ligado a la historia victoriosa del Club. Yo también lamenté no despedirlo como se lo merecía pero en nuestro corazón tiene aseguradas las banderas que le dicen "Gracias Rodo !!!"
Siempre es una alegría saber de Graieb que está tan ligado a la historia victoriosa del Club. Yo también lamenté no despedirlo como se lo merecía pero en nuestro corazón tiene aseguradas las banderas que le dicen "Gracias Rodo !!!"
ResponderEliminarGRACIAS POR TODO RODO!!UN FENOMENO DE PERSONA, COMO VOS LO DECIS LANUS ES TU CASA!! UN GRAN ABRAZO DE GOL , FERNANDO SOFIA
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