El central tuvo una tarde redonda en Mendoza: sacó todo e
hizo el gol del triunfo. “La única fórmula es la fuerza del grupo”, se quitó
méritos el barilochense que hasta el año pasado iba a entrenarse en colectivo y
hoy es la rueda de auxilio del equipo de Guillermo.
El Cali marcó su cuarto gol en Primera: todos fueron de cabeza. |
En el reencuentro entre Guillermo y Palermo, dos íconos de
la historia de Boca, también estuvo presente el Jugador N°12, el que aparece
cuando los que suelen entrar a la cancha necesitan un plus para quedarse con
los tres puntos. Carlos Izquierdoz es la rueda de auxilio de Lanús, el que hoy
aparece primero en la consideración del Mellizo cuando algún titular está
lesionado o suspendido. Un defensor polifuncional, que arrancó el torneo muy
relegado en la consideración del técnico (GBS había pedido un refuerzo en su
puesto), pero debido a las lesiones de Araujo y Vizcarrondo, se ganó un
lugarcito en la última línea. Jugó de lateral derecho, de primer y segundo
central, siempre en muy buen nivel, y ayer le agregó gol a su excelente
presente.
El Cali, que tuvo un paso por Atlanta en la 2009/2010 y
hasta el año pasado iba a entrenarse en el bondi 266, fue la figura del Granate
en su excursión a Mendoza. Sacó todo lo que cayó en el área de Marchesín,
controló al picantísimo Castillón y le dio el triunfo al único líder del
campeonato con un testazo bárbaro, justo cuando el conjunto de Barros Schelotto
la pasaba feo en Cuyo. A los 26’ del primer tiempo, fue a buscar un corner
ejecutado por Ayala e impactó la bocha para establecer la ventaja.
“Nos estaba costando hacer tres o cuatro pases seguidos,
pero fuimos pacientes y tuvimos premio. Habíamos trabajado mucho las pelotas
paradas, me cayó ahí y tuve que meter la cabeza para hacer el gol. ¿Cuál es
nuestra fórmula para estar punteros? La fuerza del grupo”, se quitó méritos el
barilochense de 24 años. Un crack.
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