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viernes, 22 de marzo de 2013

Los que sufren y los que sueñan


Cuesta encontrar el lado positivo de la victoria granate de ayer ante la UAI Urquiza por uno a cero en el debut del equipo de Guillermo Barros Schelloto por la Copa Argentina. Un rival tres categorías inferior que encima pone suplentes, a las 17 horas de un jueves, sin televisión abierta y en la cancha de Arsenal, Lanús jugó ante un marco muy diferente al que lo venía haciendo, y lo hizo con el mínimo esfuerzo para llevarse la victoria, ni necesidad de estirar las cifras contra un equipo casi amateur. Al puntero de la máxima división le sirvió para mechar jugadores en la estructura básica, alternar pibes para que se fogueen, no perder el ritmo en un fin de semana con receso, recuperar soldados caídos y empezar a pensar en vencer a Quilmes en quince días, un encuentro clave para su futuro, tanto como la posterior visita a la Bombonera y el choque contra All Boys en Arias y Guidi que lo sucede. Con esos nueve puntos, el grana sería inalcanzable para casi todos, aún cuando por entonces falte la mitad de la competencia por jugarse. Por eso cobra mayor importancia la victoria de ayer, porque la Copa Argentina va a ir creciendo en interés cuando deje de haber sorpresas y sean los grandes de primera los que sigan adelante y a por ella. Entonces todos querrán ganarla.

Guille y Gustavo, no, Gustavo y Guille, o Gustille y...
El camino de Lanús hacia la obtención de este nuevo campeonato que Boca ganó en su primera edición tiene en lo inmediato el enfrentamiento ante Rafaela, y de pasarlo, casi seguramente tendrá que medirse frente a San Lorenzo Papa, la fusión del Cuervo de Boedo con El Vaticano. Por la otra llave se viene Racing, tal vez Unión -si lo que está viviendo es una levantada en serio, como suelen tener los que pelean el descenso en su fase terminal- no hay mucho más por ese lado. Superado este obstáculo, en el camino granate está la semifinal ante River o Newell`s como rivales posibles, o el atractivo milagro de que por ese lado pase Banfield, lo que sería para Lanús una especie de touch & go como el que se hace con una ex novia apetecible y lejana, como para no olvidarla del todo.

Por el otro lado se viene Boca casi sin oposición, Quilmes o Estudiantes pueden ser sus principales adversarios, difícil que el equipo de Bianchi no logre meterse en la otra semi, donde seguramente enfrentará a Vélez o al sorprendente Godoy Cruz, que como Lanús, Racing, River y San Lorenzo no juega Copa. Eso si Independiente no tiene la desgracia de avanzar en esta competencia mientras en la otra está herido de muerte, no creo que Gallego lo permita. En síntesis, si todo sale como debiera, de avanzara la final, Lanús enfrentará a alguno de estos tres equipos, el que salga airoso del choque entre Boca y el ganador de Godoy Cruz - Vélez, para quedarse con la segunda edición de la Copa Argentina, la que solo será una gran conquista si además obtiene el Torneo Final de punta a punta. ¡Si, no se asuste, viejo! Es un objetivo a la altura de un equipo que está jugando mucho mejor que todos sus rivales, que mantiene su valla con un gol en contra en siete partidos de lo que va del año, realizando una campaña histórica no solo para el club, si no también para el fútbol argentino desde que se iniciaron los torneos cortos. Mientras sea un objetivo de segundo orden para los equipos importantes, los que pelean torneos locales e internacionales, conquistar esta Copa será un premio consuelo, siempre y cuando no se complementa con otro título en el mismo semestre. Para soñar de máxima, podemos tranquilamente fantasear con lograr este doblete y quedar en inmejorable posición para intentar ganar la Copa Sudameericana que se jugará en el próximo. Para soñar, dije, ¡eh!, no estoy vaticinando nada, solo repasando los cruces y suponiendo que los resultados serán los más lógicos y ecológicos, y el pez grande se come al chico como marca el equilibrio en la materia. Riiiiiiiing, Riiiiiing, ¡Arriba la compañía! ¡Al pie de las camas!

La realidad viene con modorra. Una lavada de cara y a empezar el receso con la tranquilidad que todo está en orden, mientras a nuestro alrededor se chocan los planetas y los técnicos empiezan a depender del próximo resultado, el drama de perder la categoría dejó de ser problemas de alguna minoría para pasar a ser un problema de casi todos, una lucha desesperada con pronóstico crítico para Independiente y reservado para el resto de los grandes, porque se achica el margen de errores que pueden cometer, porque ya han errado tanto y de tantas maneras. En toda competencia se sueña con la gloria, el tema es que en esta etapa del fútbol criollo los que la sueñan no son los de siempre, los que vaya si la tienen en la memoria, si no los que como Lanús, Vélez y Godoy Cruz están en condiciones de alcanzarla gracias al orden en el que han logrado vivir últimamente.

Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail

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