Ha pasado justo un mes del
asesinato de Javier Jerez ocurrido en la tarde del lunes 10 de junio en el
Estadio Ciudad de La Plata,
cuando el Zurdo fue fusilado por un efectivo de la Policía Provincial
en el ingreso mismo del estadio y ante las cámaras de seguridad y varias filmaciones
caseras realizadas desde planos cercanos por otros hinchas granates que aquella
trágica tarde sufrieron los atropellos y los perdigones de la fuerza encargada
de, increíblemente, brindarle seguridad a los espectadores. Todos los hinchas
de Lanús, de primera o de segunda mano, sabemos quien era el Zurdo, socio
granate, padre, trabajador y miembro destacado de la subcomisión del hincha que
funciona desde hace años. Su muerte no es el saldo de una reyerta entre
facciones, vale repetirlo, Javier no era barra brava, es el resultado de un
inexplicable ataque que los hinchas granates recibieron de parte de la Policía. Las imágenes lo dicen
todo. Desesperado, tratando con valentía de frenar la locura policial que produjo el
desbande de los hinchas, el Zurdo le da un empujón en el hombro al oficial
Roberto Lezcano, que a menos de un metro suyo disparaba contra hinchas que solo trataban de escapar de la línea de tiro, quien de inmediato gira y desde esa mínima distancia le apunta al pecho y le tira a matar. Lezcano y otros dos policías fueron detenidos de
inmediato luego de la aparición en escena del ministro Casal, el impulsor
de la política de seguridad que el gobierno de la Provincia insiste en
aplicar pese a las evidencias de que no es el camino indicado. En la editorial de esa misma noche, ingenuamente quien
firma esta nota escribió en el último párrafo: “Nada puede reparar su pérdida, ni
siquiera la condena a los responsables que desde ya exigimos, solo pedimos de
corazón que la muerte de Javier no sea una más. Que al menos sirva para que el
pueblo argentino en su conjunto comprenda que así no se puede seguir. Y que sea
la última.”
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Justicia para Javier "el Zurdo" Jerez, asesinado en La Plata |
Con esos mismos videos en sus manos, a las pocas horas la
fiscal, Ana Medina, tipificó el hecho como homicidio calificado. Lezcano se
defendió argumentando que disparó por sentirse agredido y desbordado por los
hinchas, tratando de dispersarlos, y no con saña y alevosía como se
observa en las cintas. La jueza Marcela Garmendia disponía de cinco días para
decidir la situación del detenido, pero solo le llevó dos caratular el hecho
como homicidio con exceso en la legítima defensa y ponerlo en libertad. La
presencia teatral del ministro y la decisión con que todos actuaron, da que pensar.
Algún malpensado piensa que la muerte del Zurdo sirvió para blanquear y exponer
las reglas del juego de aquí en más, las nuevas cartas de la política de rigor
represivo debutan en el fútbol: Te
tiramos a matar, nos hacemos cargo y la justicia nos libera, nos están advirtiendo
a todos. Ya con menos ingenuidad, en la nota de ese mismo día miércoles
12 de junio en que liberarían horas más tarde a Lescano, me preguntaba
“qué
debería pasar para que la muerte del Zurdo sea en verdad la última” y como respuesta escribía: “En casa, la radio que había dejado
encendida hablaba de un recrudecimiento de la Gripe A, Ramón Díaz
lloraba porque el público de River no podrá concurrir a La Fortaleza, Carmen
Barbieri confesaba su romance con el Gordo Porcel. Pronto aparecería el cadáver
de la niña Ángeles Rawson brutalmente asesinada”.
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Ángeles Rawson, un crimen con ingredientes |
Algo me dijo entonces que el imperdonable crimen del que fue
víctima esta pobre niña le quitaría relevancia mediática al asesinato del
Zurdo. El de Ángeles tenía todos los ribetes de las grandes noticias del mundo
de hoy. Pronto se habló del entorno familiar, después apareció detenido el
encargado del edificio, apremios ilegales, pruebas dudosas, errores de
procedimientos, testigos falsos, cintas truchas, chismes de todo tipo, a
treinta y pico de días de ese crimen aún nadie pudo explicar porqué motivo una
adolescente fue asesinada en el sitio donde debía estar más querida y
protegida, su propio hogar, y a pasos agigantados la causa se encamina a la
nulidad. Su tragedia, tanto como la del Zurdo, merecen justicia y reparación.
Difieren en que el asesino y el móvil del crimen de Colegiales aún no están claros, en cambio el matador de Jerez confesó y todos pudimos ver brutal su
accionar. La libertad, producto de la rara coincidencia entre dos de los tres
poderes del estado provincial, aunque sigue el proceso, se parece demasiado a
la impunidad, necesidad imperiosa para la aplicación de esta política
archiconocida por lo nefasta.
Es singular la diferencia en lo que respecta al rating de uno
y otro acto criminal. La población y los medios, el huevo y la gallina. Uno
nunca sabe si un drama familiar de clase media repercute por la manera en que
lo cubren los medios, si nuestro pueblo es cada vez más concupiscente y
amarillo, si esto es por aquello o si aquello es por esto. Está claro que el crimen
del Zurdo fue tomado por la opinión pública como uno más de una lista
interminable de muertes previsibles e inevitables, muertes del fútbol, muertes
de todos los días. La actuación de Casal, tanto como la omisión del minuto de
silencio de Marcelo Araujo, dos expresiones destacadas de la política y los
medios, así lo indican. Como si nada hubiese sucedido, a poco más de un mes de
ocurrido el hecho, se ha vuelto a jugar en el estadio de La Plata. Estudiantes
y Boca se enfrentaron ante ambas parcialidades, como para ir tanteando. El
resultado del partido es lo que menos importa.
y esto es asi siga el baile .una muerte .un asesinato,una violacion para nuestra presidenta y juezes esta todo bien,un granabrazo marcelo .y con un nueve goleador este campeonato no se nos escapa.
ResponderEliminaresto anda para el toor no se si se registro mi mensaje si queres algundia contestame marce o te olvidaste q somos del club de los locos lindos,y si es verdad q estas enbromado de la columba,no dudes en avisarme ,si te puedo ayudar,.
ResponderEliminarya cambie de opinion ,con todos los peseteros ( aparte de sand) q nos rodean con que vienen y mañana no,me la juego con los q estan y no gastamos un mango mas para engrosar bolsillos q despues se besan la camiseta y ,firman para bancien ja eso va a ser dentro de mil años ja q pecho frio sos taladro.
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