Ads 468x60px

miércoles, 19 de marzo de 2014

Fútbol y suerte


Que el fútbol despierta pasiones no es algo de lo que se pueda dudar. Existe amplio consenso en casi todos los rincones del mundo que se trata del más fabuloso de los deportes creados por el hombre, y el espectacular desarrollo de este juego que rápidamente se extendió y se popularizó en todos los continentes así lo indica. Incluso sus detractores, algunos realmente notables como el escritor  argentino Jorge Luis Borges, tal vez el máximo exponente de la narrativa en la lengua castellana, suelen denostarlo con el mismo apasionamiento con que la mayoría de los mortales lo amamos. En la Argentina, tal vez como en ningún otro país, el fútbol seduce y desvela multitudes. Eso no significa que todos sus seguidores lo percibamos de la misma manera, mucho menos que coincidamos a la hora de observarlo. Hablamos de capacidad técnica, de tácticas, de estrategias, también de merecimientos, de injusticias y de diversas circunstancias que influyen en los resultados. Sin embargo, existen pocas coincidencias a la hora de apreciar la importancia de lo fortuito, lo casual y lo impredecible. Los amantes del fútbol, cada día con más convicción, lo tomamos casi como una ciencia donde los artífices de las victorias y los responsables de las derrotas siempre están bien determinados, aunque cada cual tenga su parecer y existan tantas opiniones como observadores atentos haya, y esta diversidad está más que aceptada por todos y cada uno. Eso si: hablar de suerte, para lo entendidos en la materia es no saber nada de fútbol.

El riojano se perdió un gol increíble pero tuvo revancha
Lanús derrotó a Quilmes en La Fortaleza por 1 a 0, un resultado más que lógico y esperable de acuerdo a los potenciales de ambos contendientes, el primero consolidado como uno de los grandes de los últimos tiempos y partícipe habitual de los torneos internacionales; en cambio el segundo transita un sacrificado y poco auspicioso sube y baja, sin poder consolidarse definitivamente en la primera división y con un pronóstico más que preocupante respecto a su permanencia, a definirse en el mes de junio próximo cuando concluya el presente ciclo anual 2013/2014. Desde el inicio, el desarrollo de las acciones fue mucho más complicado de lo esperado para el local. En la primera etapa nunca pudo vulnerar el sistema defensivo desplegado por su oponente, y en el complemento, cuando lo intentó con más convicción, tampoco llegaba el gol que abriría el camino a la amplia victoria que todos esperaban: Fue recién a los  28’ de la etapa final, cuando la impaciencia empezaba a transformarse en murmullo entre los parciales locales, en la mejor jugada colectiva del partido el gol llegó y estalló la alegría contenida. Pero a partir de allí el Grana no pudo aprovechar el adelantamiento para  cerrar el partido con otro tanto; por el contrario, fue Quilmes, con sus limitaciones técnicas y anímicas a cuestas, quien a punto estuvo de lograr la igualdad en tres oportunidades. No demos más vueltas, Lanús fue quien más lo buscó durante 75 minutos, pero por lo hecho en los 15 restantes, Quilmes pudo lograr tranquilamente el empate. Seamos sinceros: Lanús lo terminó ganando porque esta vez, por fin y como hacía mucho no ocurría, la suerte estuvo de su lado.

Sabella, le presento al mejor arquero argentino ¿Lo conoce?
Sucede que en este complicado y hermoso deporte la fortuna no aparece como un número de lotería, ni es una ficha que cae en el casillero indicado, sino que surge de la sucesión de aciertos encadenados de varios jugadores que no estaban teniendo una buena noche. Rompiendo el destino de un partido que olía a frustración, a 17 minutos del final el pibe Valdez Chamorro, que no había acertado mucho que digamos hasta ahí, rompió el tedio con una gran jugada, apilando a pura gambeta a tres rivales y abriendo para Alejandro Silva -que hasta entonces había perdido muchas pelotas jugando muy contenido en su puesto de marcador lateral derecho- pero que esta vez llegó al fondo y ejecutó un centro preciso a la cabeza de Pereyra Díaz, que minutos antes se había perdido un gol imposible después de dejar en el camino al golero Dulcich, quien hasta allí había respondido a la perfección, y que en esta oportunidad no pudo impedir el frentazo del riojano, que tuvo revancha y abrió el marcador. Así aparece la suerte en fútbol. Y esa misma suerte siguió jugando para Lanús, porque a partir de la desventaja el pobre Quilmas, que nunca había soñado con llegar al gol, tomó la iniciativa que le permitió quedar en tres oportunidades cara a cara ante el mejor arquero argentino del momento, Agustín Marchesín -pst, Sabella, despierte- quien hasta ese instante no había participado del juego, y que en las tres ocasiones respondió a la altura de lo que se espera de él con igual número atajadas descomunales y casi milagrosas que aseguraron la victoria. Así, gracias a los aciertos encadenados de algunos de sus futbolistas y con mucha suerte, Lanús ganó tres puntos fundamentales que lo ubican en la cuarta posición junto a Vélez con 13 puntos, uno menos que San Lorenzo y a dos unidades del los punteros Colón y Estudiantes, de los que al comenzar el partido lo separaban la mitad de los competidores

De esta manera el granate sigue en carrera en las dos competencias, toda una hazaña si tenemos en cuenta la seguidilla de partidos y el escaso descanso al que un fixture muy  comprimido por el próximo mundial lo condenó de antemano. Mañana vuelve a ser local por la Copa; esta vez recibe al Deportivo Cali a todo o nada. El domingo visita a River por el Torneo Final. La rueda sigue girando sin descanso, el camino será difícil y estará repleto de encuentros como el del lunes, con un Lanús que casi siempre deberá apelar al recambio para vencer a rivales cualitativamente inferiores, como lo son casi todos los de América. De la voluntad, de la confianza y del resto físico de los jugadores dependerá el resultado. Y de la suerte, claro.

Marcelo Calvente

No hay comentarios:

Publicar un comentario