A tono con el lánguido Carnaval
porteño que algunos se empeñan en mantener vivo, Lanús viene marchando a paso
de comparsa. Había arrancado bien, con dos victorias ante el humilde Caracas y
un empate meritorio en Córdoba ante el difícil Belgrano. La duda empezó ante el
O’higgins en el debut por el Grupo 3, después de media hora de muy buen juego granate,
la visita le fue tomando la mano y a punto estuvo de dar el golpe sobre el
final. Enseguida vino Rafaela y casi sin querer le metió tres; de ahí a La Plata para volver a perder
un partido imposible, en el que Estudiantes, pese a jugar con un hombre menos
durante sesenta minutos, se alzó con la victoria. La cosa empezaba a preocupar
y llegaba nada menos que Vélez, más que frecuente verdugo de las ilusiones
granates. Y ahí Lanús sacó chapa con varios pibes en el once titular y le ganó
con autoridad al mejor Vélez posible, aunque es cierto que en el final la
fortuna le tiró un cable a tierra. Había sido mucho lo bueno exhibido hasta el
descuento de Papa, el segundo de su equipo, para poner a Vélez a tiro de empate.
La figura de Junior, desequilibrante como pocas veces, la solvencia de siempre
de Marchesín, la experiencia de Somoza y Silva, y un buen acompañamiento de
Pereyra Díaz, el Pulpito y Barrientos, Lanús supo golpear en el momento justo.
Pero en el tramo final no hizo pie, por momentos no lograba pasar la mitad de
cancha, y Vélez dispuso de chances claras que no concretó. La imagen del equipo
de Guillermo tornó de auspiciosa a preocupante, pero fue en Paraguay donde naufragó
de verdad. Insólitamente nada salió bien, y a causa de eso esta defensa que
hace apenas dos meses era muy difícil de vulnerar, en el inicio del
complemento, en una ráfaga nefasta, se convirtió en un colador y recibió tres
goles en diez minutos. Es cierto que el terreno estaba más que complicado,
también que el arbitraje fue desastroso, tanto como lo fue que ningún
futbolista granate dio pie con bola, y que nuevamente, ante un rival disminuido
por una expulsión, no pudo convertir el segundo descuento. El resumen del
semestre indica ocho presentaciones con tres triunfos-los dos ante el Caracas y
el señalado ante Vélez- dos empates
-Belgrano y O’higgins- y las tres derrotas ante Rafaela, Estudiantes y Cerro
Porteño, un recorrido irregular con tendencia decreciente.
Astina debutó ante Boca y marcó, será titular en Bahía Blanca |
El punto más bajo fue la última
imagen dejada en Paraguay. Hace mucho que un representativo granate no ofrece una actuación tan desteñida, confusa y endeble en el plano internacional, ante dos equipos muy respetables pero indudablemente inferiores en cuanto a calidad y renombre como el O’higgins y Cerro Porteño. El Mellizo, por vez primera, al finalizar el cotejo en Asunción remarcó sin dudar lo mal que su equipo había jugado, minimizando todo lo demás. Sin embargo es interesante observar lo sucedido ante Vélez, cuando después de un gran primer tiempo de casi todos -aunque nuevamente con muchas dudas en el fondo- con un parcial a favor de 3 a 1 y 25 minutos por jugar, Guillermo
cambió delantero por delantero. Diez minutos después del descuento de Vélez
comprendió que ya no había respuestas y se arriesgó a ser el culpable de un
resultado adverso sacando a un extenuado Junior y poniendo a Ortiz para dar
batalla en el medio, y con desesperación en el final, marcador de punta bajito
afuera y fornido back adentro para al menos intentar rechazar durante el largo
descuento por disputarse. Finalmente fue victoria y el técnico zafó. Anoche
Merlo intentó algo parecido pero All Boys se lo empató, y ya no se vieron
pelucas rubias en las tribunas: Ganando por la mínima en un partido donde mucho
no pasaba, cuando faltaban más de 15 minutos por jugar, sacó al enganche y puso
a un marcador de punta, conformando una línea defensiva de cinco, rematándola cinco
minutos después apelando al experimentado
Mauro Camoranesi en lugar del
peligroso Vietto con la inocultable intención de cerrar un partido que no
casualmente se encendió luego de esos cambios, y el empate tan temido por todo
el estadio terminó llegando al final, remarcando que desde hace mucho tiempo
Racing vive en concubinato con el sinsabor y la desgracia deportiva…
Ante Vélez, Guillermo metió un cambio conservador y acertó |
Guillermo no está en la mira como
Merlo pero sabe que debe corregir el rumbo, para lo cual es imprescindible determinar
correctamente las causas de este mal inicio. No hay duda de que el menor tiempo
de descanso y la mayor cantidad de partidos jugados está haciendo mella en el
plantel, pero habría que evaluar si con el resto físico no se derrumbó también
el espíritu ganador y la confianza de los jugadores, eso que dejó bien en claro
en el tramo final de 2013, cuando fue el mejor elenco argentino. Mañana tiene
una visita que suele resultarle especialmente complicada, al punto de no haber
ganado nunca en el Carminatti por un Torneo de la máxima categoría. Una vez más, apelará a lo mejor que tiene. Tres
días después, el miércoles de ceniza, recibe justamente a los de Mostaza en
Arias y Guidi, y el domingo 9 de marzo visita a Argentinos en La Paternal , para otros tres
días después iniciar la serie definitiva ante el Deportivo Cali -el 13 en Colombia
y el 20 del corriente en Lanús- un choque de ida y vuelta en siete días que
puede decidir la clasificación a la siguiente fase o abortar definitivamente el
objetivo tan preciado. En el medio recibirá a Quilmes, una verdadera cabalgata
deportiva a la que cuesta imaginarle un final feliz. Este equipo de Guillermo supo
rectificar el rumbo durante el semestre que pasó, y esa reacción impensada
luego de las cuatro derrotas al hilo que había sufrido entre la fecha 9 y la 12
del Inicial le permitió obtener la Copa
Sudamericana y quedar a un paso de un doblete local que
hubiera hecho historia. Este equipo sabe de hazañas deportivas impensadas ¿Quién
se anima a afirmar que ésta a vez no va a poder? Y el que se anime, si se equivoca, aunque sea
Carnaval ¿De que se va a disfrazar?
Marcelo Calvente
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