Por fín, al cabo de un
bajón futbolístico de las últimas cinco fechas en las que tuvo una pobre cosecha de 7 sobre 15 puntos posibles, con cuatro empates y
una victoria en el medio, Lanús venció a Argentinos en su anormal
reducto de La Paternal por 2 a 1 retomando la punta, distanciándose
a cuatro unidades de River y esperando por el choque de Newell's en
Sarandí que cierra la fecha 12, un encuentro que se presenta difícil para el equipo rosarino, siempre y cuando Arsenal aproveche
el relevante enfrentamiento para olvidar la eliminación por la Libertadores y
las últimas dos derrotas por el Torneo Final, con San Lorenzo de
local y con Colón en Santa fe, y obtener una victoria para volver a treparse a la plataforma de arriba. Así es el fútbol
argentino en la era de los torneos cortos: Apretado, luchado, parejo
en potenciales, desparejo en rendimientos, equipos irregulares que no
sostienen su marcha, torneos en los que más de la mitad de los
participantes miran de reojo a tabla de abajo, la del descenso tan
temido. ¿No dejaron acaso de escucharse las palabras Banfield,
Huracán, Ferro? Bueno, el temor a eso.
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Leandro Díaz, de buen primer tiempo, anticipa a Garcé |
Lanús, como es
costumbre, se anota en la pelea de los torneos locales, y aunque aún
tiene pendiente la materia Competencias Internacionales, nadie puede dudar
que ya no se trata de algo coyuntural sino que está más que claro,
teniendo en cuenta lo institucional, lo económico y lo deportivo, es
uno de los nuevos grandes del fútbol argentino. Hasta ahora le costó
repetir la gesta de 2007, pero esta vez no se le puede escapar,
porque lo tiene servido en bandeja y porque no es lo mismo correr y
no alcanzar al puntero que ir en punta y ser desplazado en los metros
finales. No ganar este Torneo Final significaría un disgusto que
Lanús no merece, porque como hace mucho que no ocurre arrancó
en punta y dando clase de fútbol, y en varios pasajes de esos seis primeros partidos mostró atributos que hace mucho no se veía en las canchas
argentinas. Precisión, velocidad, seguridad en el fondo, profundidad
y potencia ofensiva eran las virtudes más salientes, jugando con la
premisa de buscar el quiebre de última línea rival llegando
con mucha gente, con la pelota pegada al piso, esperando el momento
propicio para habilitar a quien aparezca en mejor posición para
definir con un toque. En síntesis. control de pelota, toque y devolución a puerta
de área, pase en cortada al punto penal y toque al gol, así jugaba
Lanús hasta que dejó de hacerlo allá por la 7º fecha, bien
made
in Lanús.
Ese circuito volvió a
funcionar el último sábado en la jugada del segundo gol, el toque
maestro de Velázquez y la sabia definición de Romero con el puntín, una jugada de diez pases que Pizarro condujo, tal vez
por única vez en la noche Lanús volvió a ser el de los primeros
partidos y convirtió un hermoso tanto, un gol como la mayoría de
los que marcó en el torneo. Paradojicamente, el primero lo había
logrado por el camino alternativo, una ruta que usó poco y no le
resultó, el desborde y el centro atrás, apenas 3 de los 18 goles que
marcó Lanús fueron por esa vía. La contundencia ofensiva le permitió
mantener el invicto cuando a partir de la 7ª fecha empezó a decaer
en el juego y le costó volver a ganar, fue gracias a la ropa de gran
equipo, el esfuerzo de todos los jugadores ante la adversidad y ese
poder de fuego que se mantuvo intacto aunque de manera menguante, que
Lanús no perdió. Al volver de La Paternal con los tres puntos dio un gran salto hacia adelante, ya que una derrota lo alejaba demasiado
de la punta, y un empate lo dejaba en el limbo de la indefinición.
Había que ganar y trasladar la responsabilidad a los que jugaban
después. Lanús ganó, River dejó demasiado en la Bombonera,
Newell`s jugará hoy con la presión de tener que ganar para
recuperar la punta en soledad. El tramo final requerirá de mucha personalidad para
ganar en todas las canchas, Lanús la tuvo en el comienzo, y desde
Quilmes en adelante pareció perderla. La victoria en La Paternal
debe ser un aliciente para empezar a recuperar ese juego de dominio
pleno de principio a fin. No fue un espejismo, Lanús jugó así y es
muy probable que recupere el andar que supo tener. Habrá que ver que
pasa con Newell's en la Libertadores, habrá que ver como se
recompone River después de la Boca. Todo está por verse en la parte
final del Final.
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Ayala la bajó de cabeza y Romero, con pifia, marcó el 1º |
Con la victoria ante
Argentinos, un plantel visiblemente afectado por el Síndrome de
Banfield -mal que ataca a algunos equipos y que los lleva a empeñarse
en irse a la “B” cuando tienen promedio de sobra para mantenerse
en Primera- Lanús recuperó la esperanza pero no la tranquilidad.
Eso ocurrirá si cierra el próximo domingo venciendo a Independiente
en La Fortaleza, sobre todo si además vuelve a jugar como lo supo
hacer, o al menos vuelve a ser ese equipo corto que recuperaba el
balón en campo contrario facilitando la tarea de los del fondo,
soltando volantes en ofensiva y llegando al arco rival con varias alternativas de pase, una forma de ataque que las
defensas argentinas no pueden neutralizar porque están preparadas
para resistir el juego aéreo, el juego que juegan casi todos y a casi nadie le gusta. Con
escaso vuelo individual pero con más presencia y mayor categoría
que el joven Argentinos, Lanús ganó merecidamente. El buen trabajo
de Velázquez, el oficio de Regueiro para dormir el juego en el final
-una vez más con la hombría en la garganta- y un buen primer tiempo
de Leandro Díaz, jugando por adentro y también por afuera,
alternando con Silvio Romero, de gran presente, metiendo las que
define bien y también las que pifia, como en el primer gol, cuando
tuvo la fortuna de contar con la involuntaria ayuda del defensor local Matías Martínez para asegurar un balón de destino incierto y mandarlo a la
red, esos fueron los argumentos de la victoria ante el Bicho. Ahora
es tiempo de que vuelvan a ser eficientes Goltz y Vizcarrondo en el
fondo, que Pizarro, González y Ayala recuperen el nivel y que el
Pochi Chávez empiece a justificar su llegada, si vuelve a ser aquel
que supo ser en el inicio del torneo, en los tramos finales será
inalcanzable.
Excelente comentario Marcelo, yo pienso que la parte Internacional puede esperar, Lanus tiene que ser Grande 1ro aca si lo logra (como Velez), el resto viene solo por decantación, por eso putee mucho cuando teniendo un equipazo como el que toco en la Libertadores con chucho al banco en la 3ra fecha cerramos el campeonato local UNA LOCURA!!
ResponderEliminarVamos Granate querido que quiero una vuelta mas!!
Pablo
Que satisfaccion que me da este gran presente granate y esta nota que muestra un poco mas de apoyo al equipo que su anterior marcelo la cual conto los pormenores en la historia de lanus pero olvidandose que a ocho fechas del final de la temporada llevamos 60 puntos. 3 pts menos que la temporada 2010/ 2011 con 63 en 38 partidos con pisible interruccion de la transicion de seis años de haber ganado el torneo 2007. soy el de la revilucion granate.
ResponderEliminarPara el revolucionario granate: Yo entiendo el periodismo partidario de esta manera: Dejar fluir por partes iguales visiones, como un observador crítico, y sensaciones, como un hincha, tratando respetar la técnica y el estilo periodístico pero dando espacio a los sentimientos, que por lo general, y por sobre todo en los hinchas, tienen mucho que ver con los resultados. No jugamos mejor que como lo veníamos haciendo, pero ganamos un partido fundamental si queremos ser campeones, significa que estamos vivos y en carrera. Haber jugado bien pero no haber ganado hubiese sido peor, mucho peor. Y esto es lo que siento, tal vez re-esperanzado por el resultado. Ojalá todo salga bien, no se nos puede escapar este Torneo. Abrazo
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