Un amigo cercano, un tipo culto e
inteligente, uno de esos tantos que increíblemente a dos milenios del Gran Embuste
aún siguen proclamando su fe en Dios, ayer no más me dijo: “No solo existe. Además le encanta el fútbol
argentino”. Y me dejó pensando.
Justicia para Javier, presente para siempre junto a Lanús |
Pienso que hace dos semanas
mataron al zurdo Jerez ante las cámaras y de manera alevosa, y que lo único que
pasó al respecto es que su asesino ha sido liberado con una carátula que de no
cambiar, le asegura una condena leve. El criminal vestía uniforme policial y el
estado lo había puesto allí para cuidar a los espectadores. La justicia se
encamina a no condenarlo y hasta es posible que pronto vuelva a empuñar armas
en las calles de la provincia. Los ecos de la condena pública ante la brutal
balacera perpetrada contra los espectadores granates se fueron apagando tras la
ruta del acontecer diario. Los responsables solo atinaron a tomar una medida
insolvente y pasajera como lo es la de prohibir el ingreso del público
visitante, a la que los clubes responden vendiéndole entradas a aquellos
espectadores que se declaren “imparciales”.
Pienso también qué hubiera
sucedido si Argentinos y San Martín hubieran tenido que
definir la permanencia con un partido a todo o nada, en el que ninguna
de las parcialidades sería visitante. ¿Se
habría jugado sin público? ¿O a cancha llena de "imparciales" de ambos equipos? Pienso que en
Mendoza, en el partido de cierre del torneo, Godoy Cruz le vendió entradas a
varios miles que una vez ubicados en el sector destinado a los "imparciales", al
unísono, decidieron festejar el gol del equipo visitante. Hay un largo receso por
delante en el que las autoridades nacionales y provinciales -las policías,
recordémoslo, son provinciales- deben juntarse y tomar medidas serias para
detener la violencia en el fútbol. De no ser así, la muerte del Zurdo no será
la última, quedará impune y cuando la próxima víctima ocupe la
escena nacional en algunas pocas horas terminará en el olvido. Casualmente, la asociación
ilícita que delinque con los colores de San Martín de San Juan, a horas del
partido decisivo -que terminaría perdiendo- visitó a los jugadores de manera intimidatoria y les exigió
dinero. No ya para ir a alentarlos, era sabido que no podrían concurrir, si no
simplemente un pedido extorsivo de dinero a cambio de no molerlos a palos. No pasó nada, nadie dice nada. Esto
se ha convertido en un Circo Romano donde apresuradamente los soldados retiraban
el cadáver reciente para darle continuidad y agilizar la matanza que tanto
deleitaba a los espectadores de aquellos tiempos, los mismos que aceptaron la
idea de la resurrección de Cristo, de la Santa
Madre virgen, del Santo Sudario y de todos los fantásticos
capítulos que componen el Gran Embuste.
Pienso que mientras se observa
una cierta acefalía en la AFA ,
la que marca la naturaleza de un hombre que sigue cumpliendo años abrazado a un
poder que no quiere soltar pero que casi tampoco puede detentar, mientras desde
el gobierno nacional no se escuchan voces oficiales -ni oficiosas- respecto de
cuales medidas se tomarán para que el fútbol pueda seguir adelante con algo de
normalidad y una seguridad mínima -no se, digamos que al menos no te mate quien
debería cuidarte- uno tiene la sensación de que la idea es dejar que el receso
todo lo calme, y que quite la atención sobre el tema para centrarla en otros también
acuciantes y de mayor relevancia nacional, una nueva noticia que tape la de
ayer.
Pienso que por todo esto, hace
siete días, en oportunidad del choque entre Lanús y River que siguió al fusilamiento de granates en La
Plata , el impresentable
Marcelo Araujo, que increíblemente aún sigue siendo el relator principal
del Fútbol para Todos aunque no conozca a la mitad de los jugadores de cada
equipo, señal de que ya le están faltando algunos en el suyo, tuvo el descaro
de pedirle a sus cronistas de campo las alineaciones de ambos elencos para
omitir que se estaba realizando el minuto de silencio por la muerte de Javier. Y
ayer, lo más campante y con la misma falta de idoneidad de siempre, volvió a
liderar la transmisión principal de la última fecha. Pienso que nuestro deber de
granates es exigir justicia para el Zurdo y el resarcimiento económico para su
familia por la falta del padre que el estado no supo cuidar, y que en cambio
fue asesinado por un “agente del orden”.
Araujo merece el repudio oficial del Club Lanús |
Con este panorama desalentador
hay que decir que concluyó el Torneo Final, que lo ganó justiciera y
holgadamente Newell’s, que hasta se dio el gusto de perder de local en la
última fecha ante Argentinos -que con esa victoria mantuvo la categoría- y no
obstante esa derrota pudo superar por tres puntos a su inmediato perseguidor,
River Plate -que le ganó a San Martín y lo mando al descenso. A cinco quedó
Lanús, que lideró el Torneo durante la primera mitad, después se desinfló y en
los últimos tres recuperó en parte su andar, pero que no le alcanzó para más y
empató en 2 goles con San Lorenzo en el Bajo Flores, aunque logró la
clasificación a la Copa Sudamericana
junto a su rival de ayer, más River, Racing, Belgrano y el ganador de la final
entre ambos campeones, Vélez y Newell’s, ganadores del Inicial y el Final respectivamente.
Con este panorama desalentador, con muchas dudas acerca de si por fin esta vez harán algo para que el fútbol vuelva a ser la fiesta popular que supo ser, mi amigo concluye diciendo: “Date cuenta, apenas un par de muertos por campeonato. A Dios le encanta el fútbol argentino, es el único motivo por el cual en todos estos años no se repitióla Masacre de la Puerta 12” y se va lo más campante, confiando en
que hay otra vida mejor que nos espera al final del camino.
Con este panorama desalentador, con muchas dudas acerca de si por fin esta vez harán algo para que el fútbol vuelva a ser la fiesta popular que supo ser, mi amigo concluye diciendo: “Date cuenta, apenas un par de muertos por campeonato. A Dios le encanta el fútbol argentino, es el único motivo por el cual en todos estos años no se repitió
Marcelo Calvente
No hay comentarios:
Publicar un comentario