Este Torneo Inicial que se
anunciaba diferente, con varios equipos reforzados, muchos de ellos con
aspiraciones de campeón, al final se encamina a ser igual que todos: Dos o tres
que avanzan a los tumbos pero llegan mejor que el resto dirimen el título en la
última fecha, como mucho en la anteúltima. Culminada la 12ª jornada, cuando
faltan 7 por jugar, se detuvo la marcha triunfal de los dos que estaban un
escalón más arriba del resto: Arsenal, el único invicto hasta hoy, y Newell’s,
que solo había perdido en Liniers por la 6ª fecha. Sus respetivas derrotas –la Lepra perdió el clásico
rosarino y Arsenal dejó el invicto ante Tigre, ambos de visitante- los bajan a
tierra y los dejan con una luz de alerta encendida. Del lote que los seguía
solo San Lorenzo -que goleó a All Boys pero que viene de ser aplastado
justamente por Arsenal en la final de la Copa Argentina- descontó puntos
y amenaza con dar batalla. El resto no impresiona demasiado. Boca no pinta.
Rafaela, Godoy Cruz, Gimnasia, Argentinos, Belgrano y Estudiantes nunca
pensaron en agarrar el pincel. Y los que tienen con qué pero por distintos
motivos quedaron demasiado lejos de la pelea -Lanús, Vélez y si querés River-
tienen otro objetivo por delante. Cuando conocieron el fixture todos los técnicos
pusieron el ojo en una brava seguidilla común: En algún momento todos tienen
que enfrentar en cadena a Lanús, Boca y Newell’s. Para ser campeón hay que
sortear esa triple valla. A San Lorenzo le toca ahora, y arranca el miércoles en La Fortaleza.
El Pulpito se convirtió en figura fundamental de Lanus |
La victoria Granate en Sante Fe era
de una necesidad imperiosa. Tres derrotas al hilo, dos de ellas de local,
después de más de un año sin caer en casa, no es algo frecuente en este Lanús
enorme de los últimos años. Había que volver a la victoria de cualquier manera
y se ganó de la mejor forma: Goleando y jugado bien ante un rival desesperado
que se hunde en el fondo de la tabla y acumula una caída tras otra, El encuentro
arrancó parejo y luchado hasta que Jacobo Mansilla pegó su cuarta patada
después de haber recibido la primera amarilla y se ganó merecidamente la
segunda, dejando al local con diez. Cuando un equipo no funciona, quedarse con
uno menos es demasiada ventaja extra. Repitiendo una secuencia conocida, Lanús
abrió el marcador a poco del final de la etapa, y en el complemento, con
espacios, fue claramente dominador y terminó goleando, regulando el trámite
después del tercer gol, y perdonándole la vida a un equipo entregado y en
crisis terminal. El partido no da para sacar muchas conclusiones, sobre todo
porque la diferencia se estableció luego de la expulsión, pero se puede intuir
que el Mellizo comprendió que lo de los tres delanteros no funcionaba, al menos
de la forma en que lo venía haciendo su equipo. El desequilibrio en el medio
era notorio, las líneas muy distantes impedían el control del balón y los últimos
resultados exigían meter mano. Tal vez demoró demasiado, pero lo único que
cuenta ahora es que por fin puso cuatro volantes y volvió a ganar, dejando la
puerta abierta a la ilusión de repetir ante un equipo con mayores atributos
como puede ser San Lorenzo, que lo visita pasado mañana con la imperiosa
necesidad de vencerlo para mantener parte de las muchas ilusiones que había
despertado en su parcialidad. Lanús, si bien aún está en carrera, ya tiene
claro cual es su objetivo inmediato: Superar por cuartos de final a River, lo
que significaría clasificar automáticamente a la próxima Libertadores y
alcanzar la semifinal de la presente edición de la Copa Sudamericana , algo que aún
no logró en torneos internacionales de 1997 a esta parte, cuando perdió la final de la Conmebol por goleada y
con escándalo ante el Atlético Mineiro.
Pereyra Díaz, un crecimiento individual para seguir de cerca |
Si bien el triunfo ante Colón no
entregó grandes conclusiones respecto a la cuestión táctica, al menos podemos decir que en lo colectivo se recuperó la calma y se volvió a pelear
el balón en todo el terreno cuando el partido así lo exigió. Y en lo individual
hay varios rendimientos para destacar: Maxi Velázquez por su aporte en el
armado ofensivo; Leandro Somoza como gran recuperador y distribuidor de juego; el Pulpito González con un crecimiento espectacular, convertido en un jugador
total, marcador, pasador y goleador; la vuelta de la media distancia y el juego
ordenado en Ayala, y una particularidad sobre Pereyra Díaz: La diferencia que
saca en el arranque de las jugadas en el mano a mano con su marcador, un mix de
potencia, velocidad y confianza le dan
un piso que, mejorando en lo que respecta a panorama y definición, le permite
soñar con el fútbol europeo, aunque hoy sea el cuarto delantero de Lanús.
Superar a San Lorenzo y volver a
mostrar los atributos que lo convirtieron en candidato y que por momentos
perdió, es el principal desafío para el equipo Granate pensando en el
compromiso internacional de la próxima semana: Llegar mejor que River y sacar
la ventaja de local es la consigna más ambiciosa que tiene por delante, sin
olvidar que el campeonato local está entrando en etapa de definiciones, y los
que están arriba, sumando a Vélez y Lanús, más Tigre, Olimpo y Central, que
vienen creciendo en resultados y rendimiento, serán protagonistas de un cierre
de Torneo Inicial que se presenta muy auspicioso, ya que muchos se enfrentarán
entre sí, y en el que puede haber sorpresas. Los que corren de atrás saben que
ganando tres al hilo -toda una proeza en nuestro fútbol- se prenden en la
pelea, sobre todo si los de arriba, como suele ocurrir, empiezan a aflojar la
marcha.
Marcelo Calvente
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