Lanús, que recibió a San Lorenzo
por la 13º fecha, tomó el control y ocupó campo contrario desde el arranque. La
visita no podía salir del fondo. Eso duró hasta los 20 minutos, en los cuales el
local abrió el marcador y tuvo un par más, con un muy buen trabajo de los dos
delanteros. Pero luego aflojó la presión, el Santo salió del asedio con la
conducción de Romagnoli, y ya en campo contrario, favorecidos por la
inferioridad numérica granate en el medio y la impotencia de los defensores obligados
a recular, empezaron a tocarla sin oposición hasta la puerta del área de
Marchesín. Es en esa instancia que se comete el peor de los errores de este
equipo: Velázquez se cierra con el delantero y se junta con Izquierdoz, en
tanto el lateral rival, en este caso Bufarini, recibe y envía el centro sin
oposición, ya que ningún granate baja por esa banda para brindar ayuda. Y
siempre que se comete ese error, a continuación se comete el otro que lo
complementa: Equipo que retrocedo no recupera, solo se limita a tratar de
sacarla del área 18, por lo tanto los ataques rivales terminan, en el mejor de
los casos, en las manos de Marchesín, que la recibe rodeado por sus defensores,
e imposibilitado de salir jugando intenta sacar al equipo con un pelotazo a
dividir para los de arriba, a ver que pasa. Pero lo peor es que mientras la
pelota vuela por el aire los centrales no llegan a adelantarse más de diez
metros, y ahí es que el equipo se estira, y los pases largos, y la pérdida del
balón, y la pérdida del medio, y la pérdida de los partidos y la pérdida de la
paciencia del hincha…
Jorge Pereyra Díaz debutó en la red con un doblete |
Jorge Pereyra Díaz, lo venimos
señalando, es un auspicioso diamante en bruto cada vez menos bruto y cada vez
más diamante. Hace mucho que no aparece en el fútbol argentino un delantero que
quiebre con tanta felicidad la primera marca, la que sortea con recepción y
giro en tres cuartos, de espaldas al arco, desde donde arranca su marcha de
potencia enfilando para el punto penal. Hoy rindió la materia que le faltaba,
la más importante de la carrera de delantero: El gol. Metió dos y además jugó
un gran partido. En esos primeros veinte minutos de la etapa inicial apareció
en toda su dimensión y a los cuatro de juego, coronando una contra
magistralmente manejada por el Pelado Silva, anotó el primero de Lanús, que
mantuvo el dominio claro hasta promediar la etapa, cuando ocurrió la secuencia
nefasta que explicamos más arriba. Fue cuando las cosas cambiaron
diametralmente, el dominio pasó a ser de San Lorenzo, y a los 32 minutos, un
despeje fallido de Marchesín le cayó a Gentilleti, que lo empató, y la visita
siguió mandando hasta el final.
El arranque del complemento fue
lo peor de Lanús. No podía dominar la pelota, mucho menos recuperarla. Ante los
pases verticales y a dividir, y las enormes distancias entre las líneas
granates, San Lorenzo poblaba mejor el medio y Romagnoli manejaba la cuestión.
El segundo de la visita se veía venir, y llegó a los 5', cuando el veterano
enganche puso a su equipo arriba con un tiro de media distancia favorecido por
un rebote afortunado que dejó fuera de acción a Marchesín. Lanús no daba pie
con bola, el panorama se oscurecía, y Guillermo se la jugó a suerte y verdad. A
la japonesa: Sacó a Araujo –otra vez desconocido-, lo mandó a Ayala como
volante derecho para reforzar la marca de Goltz sobre Correa, y por momentos
defendió con tres. Por Araujo lo puso a Melano y así sumó un delantero más para
abortar la subida de los laterales Santos. Iban 13 minutos del complemento. La
moneda que lanzó el mellizo a todo o nada aún estaba en el aire cuando el propio
Melano, con un cabezazo de anticipo ante una gran cesión del Pulpito –otro que
sigue creciendo- empató el partido.
Guillermo se la jugó y Lanús resolvió el partido a su favor |
La ambiciosa idea del técnico
granate sorprendió a San Lorenzo, que por entonces parecía empezar a sentir el
trajín de un rival que quebraba en base a la velocidad del recién ingresado, más
la potencia de Pereyra Díaz y la inteligencia de Silva para pivotear y meter la
pausa. El partido era golpe por golpe, pero mientras los golpes de la visita
carecían de potencia, los granates lastimaban de verdad. Antes de la media hora
del complemento Lanús volvió a ponerse arriba con una contra veloz, con una recuperación de Melano en campo contrario, quien arrancó a toda velocidad, metió un
toque distinguido para la diagonal de Pereyra Díaz y la segunda
conversión en primera del riojano en su noche para recordar. Los últimos quince
tuvieron la misma tónica. Guillermo entrevió que San Lorenzo tiraría centros, lo sacó a Pereyra Díaz y por él lo puso a Ismael Blanco de mayor eficacia aérea
para defender. El local desperdició algunas chances, San Lorenzo no dejó de
buscar, e incluso algunas veces pudo quebrar la línea media y acercarse a un
empate que no iba a conseguir. Otra vez, Pizzi y sus dirigidos volvieron a
defraudar el crédito de sus hinchas, que está definitivamente agotado porque demostró
una vez más que no está para las paradas difíciles. En cambio Guillermo aprobó con
una victoria relevante que por momentos parecía imposible, gracias a una
valiente jugada de su parte, más la categoría individual de algunos de sus
futbolistas y principalmente la potencia ofensiva de sus delanteros.
Después de aquellas tres derrotas
que complicaron su marcha, Lanús volvió a decir presente en un campeonato que
promete emociones y sorpresas, ya que los de arriba se enfrentarán entre sí. De
cara a su choque copero ante River -el próximo martes- se recuperó con dos
victorias y seis goles a favor mientras su futuro adversario volvió a empatar
en cero y exhibir una preocupante carencia ofensiva, ya que en trece fechas disputadas
apenas pudo convertir ocho goles. El objetivo inmediato es superar a River en La Fortaleza y en lo
posible establecer una diferencia en el marcador que se corresponda con los
distintos presentes de ambos contendientes, lograr el pase a la semifinal de la Sudamericana y la
clasificación automática a la próxima Copa Libertadores. Nada menos.
Marcelo Calvente
marcelocalvente@gmail.com
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