Colon era un club modelo. Construyó
un gran estadio, un hotel de lujo, permanencia segura en primera división,
siempre estaba a punto de armar un gran equipo. Su presidente, Germán Lerche
era un hombre exitoso y eficiente. De golpe, la plata empezó a faltar de un
modo inexplicable y todo se derrumbó de manera explicable. La
Gran Mano soltó a Lerche con la ayuda del
inefable Marchi, que llevó al plantel de Colón a resignar seis puntos vitales
para la permanencia de la institución en la máxima. Sacaron provecho de la
desesperación de sus jugadores ante una situación que advierten fuera de lo
normal y peligrosa para sus intereses, con Marchi como profeta solitario le
prometieron cosas que no pueden cumplir sin pasar vergüenza, y ahora tienen terribles
despelotes para cerrar la ecuación traicionando la letra y el espíritu de un
reglamento centenario generalmente eficiente y en constante renovación. Demoran
las decisiones, Marchi se desespera, Bastía putea porque con la suspensión del
partido él no pudo cumplir con la fecha de suspensión y eso le impidió estar
ante San Lorenzo cuando chocaron por la punta en la fecha que se disputó, la
antepenúltima, en la que terminaron empatando en 2 con un arbitraje de Delfino
y una sanción que nunca podrá explicar, la falta a Piatti en la puerta del área
que devino en el descuento de San Lorenzo y la no expulsión por segunda
amarilla del as de espadas del Ciclón. Julio Ricardo, Perfumo y Apo comentan
fútbol por TV. Como nunca, el fútbol argentino ha perdido la brújula, tratando de
conformar a todos sin conformar a casi nadie, exponiendo patéticamente lo
espurio de su accionar a cara descubierta.
Sergio Marchi trata de parar un flor de despelote |
Pero seamos buenos, pensemos
bien. Digamos que fue una distracción haber programado Vélez-San Lorenzo en
Liniers para la última fecha. Si bien en ese momento no se le ocurrió a nadie
que pudiera ser un partido definitorio del Torneo, alguien ahora se avivó que
si San Lorenzo es campeón en Liniers no hay manera de que haya festejo. ¿Y que
esperaban de un torneo en el que los visitantes no pueden ir a la cancha? ¿Qué
siempre salgan campeones los que juegan de local? Supongamos que no tuvieron
mala intención cuando anunciaron que el equipo argentino que juegue la final de
la Copa Sudamericana
no podría postergar la fecha del torneo local que dispute entre la ida y la
vuelta de la definición copera. Pensemos que fue de casualidad que sólo estaba
en carrera Lanús cuando lo anunciaron. Creamos que es cierto que tienen mucho
problema de disponibilidad de días y horarios, en una agenda muy apretada por
el próximo Mundial de Fútbol a disputarse en Brasil en poco más de seis meses.
Pensemos que fue una distracción el horario en que programaron Lanús-Gimnasia,
que nadie previó que haría tanto calor a esa hora, no venía tan alta la
temperatura, y no se avivaron de consultar los pronósticos que así lo
indicaban, y por eso jodieron al pobre Lanús, recién llegado de Paraguay de
jugar un partido muy chivo, por culpa de un par de boludos que no se avivan de
nada, yo les digo siempre y no hay caso, mire. Y ya que estamos pensemos que
alguien dijo que quiere celebrar el título con su gente, que sería fundamental
que permitan ingresar a su público a Vélez. Pidió un imposible, para lograr al
menos que le adelanten el partido a Lanús, para por si ganan, dar la vuelta olímpica
después de seguir desde el campo y a través de los medios -todo un síntoma de
lo que viene- la emocionante derrota de Lanús, otra vez bajo el sol abrazador y
muerto de cansancio ante Boca, y desatar la inenarrable fiesta del milagroso
club que estaba a punto de fundirse y descender, y ahora se consagra, y encima;
como si todo esto fuera poco, vuelve a Boedo, pasen y vean…
El DT Barros Schelotto habló cuando tenía que que hablar |
Algunos se preguntan si la
conducción de Lanús fue lo enérgica de debía ser. Yo pienso que no lo fue porque fue inteligente. Lo creo viendo de afuera los resultados, sin la cercanía con la realidad institucional desde donde lo veía hace más de un año atrás. Fue inteligente porque esperó el momento de hablar, porque se estaban disputando partidos importantes por ambos torneos y porque los arbitrajes pueden ser muy peligrosos cuando uno se enfrenta con la
AFA. Lo saben River e Independiente, lo
sabe crudamente ahora Lerche, lo sabrá Marchi. Todo pasa pero todo se sabe.
Lanús hizo silencio y esperó el momento de hablar a través de su entrenador de
alto perfil, el popular Guillermo Barros Schelotto, quien desde un principio,
reconozcámoslo, viene haciendo hincapié en algunos arbitrajes increíbles que
han sido perjudiciales para su equipo, es quien ahora habla de la temperatura
contra Gimnasia, del adelanto del partido ante Boca, de que nos están cagando
de lo lindo, y su figura concita la atención de las cámaras. Y si bien no se pudo
impedir que San Lorenzo tenga la chance de festejar si le gana a Estudiantes y
los demás no ganan -parece que son muy poderosos los que están decididos a que
eso ocurra- terminan concediendo que si Lanús llega con chances a la última jornada,
le permitirán postergar el partido con Newell’s para uno vaya a saber qué fecha
próxima. Solo así se puede sobrevivir en estos tiempos, negociando con
inteligencia y prudencia.
Tengo la sensación que esto no da
para más, que esto naufraga y se hunde sin timón ni escapatoria. En el gobierno
se ve que tienen temas más importantes que atender. Los ingresos de los clubes no
aumentan. Y últimamente, en la AFA
un despelote se arregla con otro despelote peor, es decir nada se arregla, todo
se complica, y encima están anunciando que van a cambiar el formato de los
torneos por una idea revolucionaria que cuando fue anunciada fue considerada un
despropósito pero que ahora no, tranqui, ahora parece que va a andar muy bien y
los clubes van a ganar mucha guita, vas a ver, yo se lo que te digo, hermano…
Marcelo Calvente
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