Tras la dura caída ante San Telmo
de diciembre de 1975 se hizo cargo de Lanús Osvaldo Panzutto, un ex delantero surgido en San
Lorenzo que había triunfado en Colombia y que incorporó muy pocos jugadores:
Juan Carlos Nani, bahiense de Puerto Comercial, que tras dos breves pasos
sin mucho
éxito por Boca y Argentinos llegó para reemplazar a Manolo Silva. Además hubo
recambio de arqueros: Se fueron Dávalos
y Riolfo, y llegaron San Miguel, de Platense, y Crosta, de Sarmiento de Junín. Y
también llegó al club el consagrado Ángel Clemente Rojas. Lo mejor de su
carrera había sido entre 1963 y 1972 jugando para Boca, donde ganó 5
campeonatos y se consagró como el máximo ídolo de la parcialidad xeneize. Su
carrera se fue diluyendo antes de lo pensado. En el 72 pasó por el Deportivo
Municipal de Perú donde no brilló. Volvió a Boca en el 73 y tampoco rindió. Con
la vuelta del peronismo al poder, apadrinado por el caudillo Herminio Iglesias, firmó para
Racing donde jugó 17 partidos e hizo un gol, pero tampoco conformó. Según le
contó Rojitas al autor de este libro, antes de los 30 había perdido las ganas
de jugar. En el 75 firmó para Nueva Chicago, club dirigido por Paulino Niembro,
hombre de la UOM, y a principios de 1976 firmó para Lanús, donde presidía otro
peronista destacado, Lorenzo D’Angelo. El gran Ángel Clemente Rojas llegó casi
en silencio porque para el mundo del fútbol era evidente que no estaba para
jugar. Sin embargo Panzutto lo tuvo en cuenta en el arranque del campeonato de
Primera B de 1976, que tenía como premio un ascenso a mitad de año, al
finalizar la primera rueda. Su debut en Lanús se produjo el 6 de marzo del 76
en Arias y Guidi por la 4ª fecha como titular
ante Tigre, equipo al que Lanús venció por 2 a 1. Esa tarde, por ausencia de
Del Río, Angelito jugó en la posición de 10 y fue reemplazado por el Cabezón
Melindrez, que de penal marcó el gol de la victoria a los 33’ del complemento. Rojitas volvió a ser titular siete días
después en cancha de Atlanta, en la derrota de Lanús ante Platense por 4 a 2,
pero ésta vez sufrió una lesión muscular y a poco de comenzado el encuentro fue
reemplazado nuevamente por Melindrez. Estuvo fuera de competencia hasta la
anteúltima fecha, la 18ª, en la que Lanús recibió a otro de los candidatos al
ascenso: Los Andes, que tenía una excelente delantera conformada por el Pato
AImetta, el ex Granate y temible cabeceador Rubén Rojas, el Nene Juan Carlos
Díaz, uno de los máximos ídolos del Milrayitas, y el ex Lanús y Banfield Daniel
Cantero, hoy relator partidario del Taladro. Rojitas nuevamente fue sustituido
por Melindrez, y la visita logró el empate a poco del final. En la fecha
siguiente, Lanús visitó a El Porvenir con la vuelta a la titularidad de Víctor
Hugo Del Río y una delantera integrada por Epifano, Nani y Rojitas como once
mentiroso. Como Lanús estaba en desventaja desde el último minuto del primer
tiempo, en el complemento le dejó su lugar a Dos Santos, pero el resultado no
se modificó. La tabla final de la primera rueda la lideraron Platense y Tigre,
con 26 puntos, seguidos por Villa Dálmine y Lanús, ambos con 24. Detrás se
ubicaron Almagro, Los Andes y Central Córdoba, los tres con 22, que jugaron un
triangular y los dos primeros vencieron a Central Córdoba e ingresaron al
reducido.
Con Ángel Clemente Rojas en su casa en el año 2017 |
Cuatro días después, ya sin Platense,
que se sumó al Torneo Nacional de Primera, Lanús comenzó a jugar la segunda
rueda recibiendo a Almirante Brown ante la bronca y el desprecio de sus hinchas.
El Narigón Panzutto había dejado su cargo. Su lugar había sido ocupado
transitoriamente por Ricardo Arauz. Esa tarde volvió a perder. De a poco, pese
al malhumor de su gente, el buen juego comenzó a reaparecer y llegaron los
resultados. En la 33ª fecha la dupla integrada por José María Silvero y
Norberto Raffo se hizo cargo del equipo de cara al tramo final. Era el mismo Lanús
del 75, pero con Crosta en el arco y con la potencia ofensiva de Nani, de la
mano de José Luís Lodico muy pronto se ubicó al tope de la tabla de posiciones.
Ángel Clemente Rojas, que no había participado del hexagonal por el primer
ascenso, en la segunda rueda jugó sólo algunos minutos en la anteúltima fecha ante
Los Andes,
otro de los candidatos, en siempre difícil Gallardón. Lanús se puso en ventaja
por intermedio de Clausi a los 32’, pero Los Andes se adueñó del balón y se fue
en busca del empate. Promediando el complemento Silvero pensó en Ángel Clemente
Rojas para sostener la pelota y lo puso en lugar de Nani. Rojitas cumplió y
Lanús se llevó la victoria. En la fecha de cierre, al superar en Arias y Guidi
a El Porve por 2 a 0, totalizando 47 puntos, uno más que Almirante Brown, que
también ganó y fue segundo con 46, Lanús terminó en primer lugar. No alcanzaba.
Mientras no se lograra el ascenso la bronca de la gente no iba a terminar, y
para conseguirlo había que ganar el hexagonal final. El primer partido del reducido fue el 4
de diciembre de 1976. En cancha de San Lorenzo, Lanús venció con amplitud a
Villa Dálmine por 3 a 0, y la dupla técnica volvió a apelar al dominio y la
sabiduría de Rojitas para suplantar a Del Río. En la segunda fecha ante Tigre,
también en el Gasómetro, Lanús se puso arriba a los 10’ por intermedio de Canio
y Tigre logró el empate 11 minutos después. El Grana tuvo que salir a buscar y la
ventaja tardó en llegar: fue por intermedio del goleador Juan Carlos Nani cerca
del final, Lanús ganó 2 a 1 y Rojitas no ingresó. En cancha de Racing Lanús
venció por goleada a Central Córdoba por 5 a 1, con un parcial de 3 a 0 al
finalizar el primer tiempo. Ángel Clemente Rojas ingreso en la reanudación y
mostró algo de su reconocida calidad con la pelota en los pies. El partido
clave fue en la fecha siguiente, el 15 de diciembre de 1976 por la noche, una
multitud de hinchas Granates se hizo presente en cancha de Huracán para
enfrentar a Los Andes, que sorprendió a los 5 minutos y se puso en ventaja por
intermedio del Nene Díaz. El Tanque Nani alcanzó el empate antes del descanso.
En el entretiempo se supo que el perseguidor de Lanús, Almirante Brown, vencía
con comodidad a Dálmine en cancha de Racing, por lo que si no se podía ganar, a
Lanús le servía el empate. Con esa idea en la cabeza, a los 10 del complemento
Silvero mandó a precalentar a Rojitas. Pero mientras eso pasaba, Rubén Rojas,
nacido a
dos cuadras de la cancha de Lanús y formado en la cantera del club, marcó el
segundo gol para Los Andes. Baldazo de agua fría: con la derrota parcial el
Grana llegaba al partido ante Almirante Brown un punto abajo. Los futbolistas
granates vieron sorprendidos la chapa anunciando la salida de Del Río y el
ingreso de Rojitas. Nunca sabremos si el DT no se animó a mandarlo a sentar de
nuevo por ser quien era o si en verdad confiaba en el veterano para darlo
vuelta. Lo cierto es que Rojitas entró y se comió la cancha. Como si el tiempo no
hubiera pasado, en los treinta minutos que jugó sacó a relucir su viejo
repertorio de apiladas, gambetas, amagues y quiebres de cintura, y Lanús lo dio
vuelta con goles de Nani y Epifanio después de dos grandes apiladas de Ángel
Clemente Rojas. “Con Los Andes estaba muy complicado, perdíamos 2 a 1 y no
encontrábamos la manera de entrarles, pero Silvero lo puso a Rojitas y el
partido lo ganó él sólo” me dijo una tarde de 2019 José Luis Lodico y me motivó
a investigar lo sucedido.
Ángel Clemente Rojas fue un grande de
verdad, que como suele decirse de los que firman contratos cuando ya no dan más, llegó a Lanús a "robar", jugando apenas 8 partidos de los 37 que disputó el Grana en 1976,
la mayoría ingresando en los segundos tiempos. Sin embargo, le bastaron 25 minutos de su
calidad para sacar al club Lanús de una de las peores circunstancias de su vida
deportiva. El resto es historia conocida. Una semana después, ante un
Gasómetro repleto, dejando atrás tanta malaria y archivando el recuerdo de tres
frustraciones consecutivas, Lanús venció a Almirante Brown por 2 a 0 y volvió a
primera como un campeón justo y brillante. Rojitas, que esa tarde no ingresó, había
cumplido. Y pese a que ya no tenía ganas, renovó contrato por un año más y
durante 1977 jugó 5 partidos en Primera vistiendo la camiseta de Lanús.
Marcelo Calvente
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