Con la derrota ante Racing por 2 a 0, Lanús acumula una racha
de cuatro caídas en cinco partidos, con la gran victoria en cancha de Banfield
en el medio. San Lorenzo y Argentinos lo vencieron antes del clásico, Boca y la Academia después. Esta
claro, Lanús es un equipo debilitado respecto de versiones anteriores, y hoy
por hoy, que de las deudas de los clubes no se habla pero el dinero circula,
los grandes se vuelven a acomodar arriba y pagan sueldos cada vez más altos en
un negocio riesgoso como pocos. El fútbol de Lanús, Vélez, Estudiantes y los
rosarinos es deficitario en sumas que van entre los 5 y los 10 millones de
dólares por año. La inmovilidad de los mercados de pases está haciendo estragos
en la mayoría de esos clubes que además de animadores habituales de los torneos, son los principales formadores y
vendedores de futbolistas de primer mundo. Lanús fue el único que siguió
vendiendo, y es por eso que su economía todavía se sostiene. Gracias a los éxodos
de Fritzler, Pizarro, Pereyra Díaz, Romero, Goltz, Izquierdoz, el Pulpito
González y Agustín Marchesín, por nombrar a las más recientes, el club Lanús
todavía tiene superávit. El problema es que por primera vez en mucho tiempo no
tiene un futbolista que valga tres millones, y por año hace falta vender al
menos dos en esa cifra. Tengo un tío viejo, jodido y desconfiado, que siempre
me cuenta de Los Globetrotters, que está muy preocupado por esta situación
Racing-Lanús arrancó para gran
partido. Intenso y luchado en el medio, con situaciones de gol para ambos hasta
la mitad de la etapa, cuando el ritmo empezó a decaer y fue el Granate el que al
marchar al descanso dejó la mejor imagen, pese a que a los 13 minutos perdió el
equilibrio que le suele dar Fritzler, quien salió lesionado. A falta de un
jugador de iguales características, Guillermo lo reemplazó por Valdez Chamorro,
quien aportó algo más en el armado ofensivo, pasando Ortiz -que no tiene la
capacidad de relevo del Polaco ni su velocidad- a la posición de volante
central. El entrenador de Racing pensó correctamente el complemento, avisado de
lo que todos sus colegas, menos el que trabaja en Lanús, conocen a la
perfección: al equipo de Guillermo hay que contraatacarlo a fondo, sus
centrales tienden a retroceder permanentemente, y sus laterales y volantes no
enciman porque no sostienen físicamente los largos recorridos a los que son
condenados por esa circunstancia. Por eso, desde el arranque del complemento y
hasta el gol de Bou a los 24’,
Racing cedió la iniciativa, invitando a la visita a un dominio claro que
resultó poco efectivo en situaciones de gol: apenas una de Melano -de buen partido-
a los 7’ y
otra del Marciano Ortiz cerca del final. Cediendo terreno, el local logró meter
el único contraataque a fondo, que como siempre ocurre, encontró a Lanús
retrocediendo en desorden, a punto tal que el goleador de la Academia recibió sólo
adentro del área de Monetti -de floja respuesta- y definió al primer palo esquivando
el cierre desesperado de Barisone
En el último libro de pases se
produjo el retorno de Alejandro Silva y Matías Fritzler a Lanús, que además incorporó
a Diego Barisone, al accidentado Sebastián Leto, al malogrado Melivilo y, más
recientemente, al seriamente lesionado Bicho Aguirre. Sin embargo, teniendo
tantos sectores del campo mal cubiertos, incorporó a un arquero como Monetti,
por quien, según se dice, el club pagó cerca de un millón de verdes, y que ni
antes ni después de su arribo demostró ser más que Matías Ibáñez, aquel que tan
bien reemplazó a Marchesín tras su partida, y que ahora lo ve desde el banco de
suplentes. Para colmo, el ex arquero de Gimnasia llama la atención por su baja
estatura para el puesto, por lo que será muy difícil recuperar el dinero en él
invertido.
A mi tío, siempre mal pensado, no
le gustó nada esta situación. “El primer refuerzo fue Monetti. Como si el Mellizo
hubiera solicitado ‘Monetti sí o sí, y en los demás puestos trae lo que puedas’”,
afirma a quien lo quiera escuchar. Yo le digo que es feo pensar mal, y él me responde que peor es no cuidar las
formas. Por las cifras que se manejan en el presupuesto Granate, lo pagado no
es un dineral. Pero para Gimnasia, el monto que recibió por el pase fue un
verdadero salvataje. Como mínimo fue una adquisición inconveniente desde donde
se la mire. Guillermo parece transitar su último tramo de contrato sin más
aspiraciones que lograr la antigüedad de tres años en el cargo que le permita
acceder a mercados más redituables y también más exigentes al respecto. Hace
apenas poco más de una año, con el que entonces era uno de los mejores equipos
del continente, obtuvo la máxima conquista de la institución hasta la fecha. De
ahí en más, tanto en lo deportivo como en lo institucional, todo fue retroceso y
lo de Monetti no deja a nadie bien parado. Tanto para la conducción como para
Guillermo, todo se circunscribe a llegar lo mejor posible a diciembre, cuando
finalizan ambos mandatos.
La fortuna que recibió la entidad
en los dos últimos años se debe, en gran parte, al buen equipo que se armó, que
ganó la Copa y
que tan cerca estuvo de obtener varias conquistas más. Se lo impidió la falta
de buenos reemplazantes, sobre todo de los dos centrales campeones, y la
debacle defensiva que se desató con sus partidas, que en todo este tiempo el
técnico no pudo corregir. Hace más de un año que, ya sea con Gómez, con
Braghieri, con Barisone o con Monteseirín en cancha, Lanús marca mal, retrocede
peor y se estira más de lo aconsejable. Son los refuerzos que Guillermo aprobó,
y desde entonces su equipo dejó de ser compacto, dejó de ser regular y, por
consiguiente, dejó de ser animador de las competencias. El técnico no lo pudo arreglar.
Y si sigue sin poder hacerlo, el resto del año será muy largo y difícil, tanto para
él como para Lanús. Sobre todo si, como parece, la cantera sigue sin dar sus
frutos habituales. Por todo esto, mi tío, el viejo anarco que tenía al Nene
Guidi, a Manolo Silva y a Quico De Mario como ídolos, y a Pepe Volante, Lorenzo
D’angelo y Carlos González como amigos, y que por ellos volvió indignado de la Fiesta del Centenario, insiste
con sus críticas y sus malos augurios.
Marcelo Calvente
Apoyo tu comentario, traer un arquero caro cuando nos faltaba de todo (arquero había) es para pensar si solo hubo falta de capacidad para "elegir"
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