Tres jugados, dos de ellos de
visitante; uno ganado y dos empates, de ninguna manera puede ser una mala
cosecha, mucho menos en esta incógnita que es el nuevo y raro torneo largo. Es
llamativo, en los equipos participantes hay decenas de jugadores desconocidos,
se ha ampliado la vidriera y aparecen muchos jóvenes futbolistas, algunos de
futuro promisorio, que encuentran la chance de mostrarse en el fútbol grande.
Los recién ascendidos se nutren de esos jóvenes, como Gamba, Rivas, Malcorra y
Triberio, los cuatro atacantes de Unión de Santa Fe, un equipo con enormes
posibilidades de consolidación que depende exclusivamente de la madurez que
puedan alcanzar en lo colectivo. Junto a Central, Vélez, Argentinos y tal vez
Newell’s, son los equipos que cuentan con los mejores futbolistas juveniles y
apuestan a ellos. El resto de los que luchan por la permanencia, incluyendo a la
mayoría de los nuevos participantes del torneo, vienen demostrando estar lejos
del nivel de competencia de los que van a pelear arriba.
Hay otros clubes que invirtieron
dinero para contratar futbolistas de primer nivel: Los
cinco grandes, más Estudiantes y Lanús son los que movieron el mercado de pases
tanto para vender como para comprar y pujan por obtener lo mejor de lo poco que
se le ofrece a un fútbol siempre competitivo
pero devaluado respecto del primer mundo. Y algunos firmaron contratos muy
elevados, desfasados respecto de la media del mercado. Revisando el pasado
reciente, está claro que el siglo XXI encontró a los grandes en derribo: San
Lorenzo y Racing peleando la permanencia, River e Independiente probando
inesperadamente la hiel del descenso. Las causas respectivas tienen nombre y
apellido: Savino, Abdo; Lalín, Marín, De Tomaso, Molina, Cogorno; Aguilar, Pasarella;
Ducatenzeiler, Comparada, Cantero. Entonces Boca Juniors, con una economía que según
dicen es tan poderosa que le permitió a su presidente dilapidar dinero grande contratando
a Riquelme, Bianchi y los jugadores del hijo de Bianchi, una banda capaz de
voltear a un coloso, junto a Vélez, Lanús, Newell’s y Estudiantes, pese a que
Verón casi lo hunde por amor a la camiseta, fueron quienes ocuparon los
primeros planos en los últimos años.
Pero como todo pasa, falleció Julio
Grondona y dejó un vacío que hay que llenar, y de acuerdo a quien agarre la
manija, tal vez el reparto de utilidades pronto deje de ser lo medianamente
equilibrada que fue mientras el presidente estuvo con vida. Se vienen peleas
duras a partir de octubre en la
AFA, y la competitividad -tan destacada por todo el mundo-
que reina últimamente en el fútbol argentino está en serio peligro de muerte.
Cuando la nueva conducción decida sobre el futuro reparto del dinero del Fútbol
para Todos -dinero también de todos- se sabrá lo que viene. Pero está más que
claro que si el fútbol por TV vuelve alguna vez a manos privadas, la diferencia
en los dividendos para los clubes participantes será abismal según el rating de
cada uno, y entonces la desigualdad entre grandes y chicos, como a lo largo de
todo el siglo XX, volverá a reinar en los terrenos de juego de la Argentina.
Guillermo y Gustavo ante el desafío de volver a triunfar |
Mientras tanto se está jugando el
primer torneo de 30 equipos, en el que los diez nombrados seguramente sacarán
diferencias claras sobre los veinte restantes, y la cuestión es saber si Lanús
estará en la pelea por el título o se acomodará entre el 5º y el 10º puesto,
con el riesgo de perder la presencia internacional últimamente lograda. Es por
eso que los socios granates se preguntan si el pobre rendimiento futbolístico
de los tres primeros partidos, sumado al bajón experimentado respecto de la
obtención de la Copa Sudamericana,
obedece a un lento proceso de adaptación de los refuerzos, sacudido por la mala
fortuna de lo de Leto y Braghieri, o si se tratará de un camino turbulento hacia
el adiós sin pena ni gloria de un cuerpo técnico que pintaba para culminar de
manera mucho más exitosa.
Hagamos un repaso. Se fue
Marchesín, y más que aceptablemente fue reemplazado por Monetti, sabido es que
muchos arqueros como Agustín no hay en el mundo. Se fueron el Pulpito y Somoza,
y en su lugar llegaron Matías Fritzler, uno de los que mejor rindió en estas 3
fechas, y Aguirre, que llegó sobre el cierre y aún no es titular, pero pronto
seguramente lo será, dado el bajo nivel mostrado por Ayala y Ortiz. Arriba se
fueron varios: Pereyra Díaz, Ismael Blanco y el goleador y figura Silvio
Romero, y llegó Melivilo, que no arrancó
de la mejor manera. Guillermo trata de reemplazarlos con lo que tiene en
el plantel: Junior, Melano, Astina, Valdez Chamorro, González y Di Renzo,
valores que todavía no han llegado a su techo y hay que esperarlos un poco más.
Y por último, lo más grave: por ofertas irrechazables se fueron Goltz e
Izquierdoz, y llegaron Braghieri, Gómez y ahora Barissone, y en esta zona de la
cancha el déficit de calidad técnica individual es notorio, tanto o más que la
incapacidad del cuerpo técnico de resolver los problemas colectivos en lo que
respecta al aspecto defensivo, falencias que tienen que ver con lo posicional,
con lo táctico y lo estratégico, causantes principales de los peores males de
Lanús versión 2014/15.
Pero no todo es el recambio.
También varias figuras como Araujo, Velázquez, Ayala, Ortiz, Melano y Silva han
decrecido notablemente sus rendimientos individuales respecto de 2013, víctimas en parte
del desmoronamiento colectivo producto de una manera inaceptable de marcar
-principalmente en los segundos tiempos- con los zagueros metidos en el área
propia, cediendo terreno y pelota al rival y condenando a sus compañeros a
recorridos largos, extenuantes y poco propicios para el juego asociado y el
desequilibrio ofensivo. La inseguridad del fondo provoca el sismo que amenaza
con desmoronar el edificio sobre el que está construida la estructura
futbolística del Lanús de Guillermo, y nadie más que él y sus colaboradores pueden
evitarlo, al menos hasta diciembre de 2015.
Marcelo Calvente
No se, me parece que a nivel defensa se mejoró bastante respecto del semestre anterior tanto que Gomez sale jugando con pelota al pie hasta la mitad de cancha y Barisone también, salvo el error y mala fortuna del gol del Sabado en general no hubo problemas e historicamente con este cuerpo técnico los delanteros siempre tienen que cubrir a los laterales. Lo que si es desesperanzador es la falta de creación en el medio y sobre todo la falta de jugadores, solo está Ortiz que no existe hasta ahora y lo único que tenemos es a Valdez sin firmeza aún y encima el técnico lo pone de delantero... imposible así. Ya el año pasado dependiamos exclusivamente de lo que generen Acosta y Romero, ahora olvidate.
ResponderEliminarUn saludo a Barrientos que la está rompiendo (y en Lanus ya se notaba que estaba para titular pero bueno, entiendo que se fue por justa razón).
Javier; el problema de los dos del fondo es mucho más táctico que técnico. Optan por retroceder cuando lo que corresponde es apretar. Eso trae dos problemas: facilitan la recepción del rival en la zona de gestación, y terminan amontonados defendiendo en la zona de definición. Se meten adentro del área y no salen más. Entonces los demás están condenados a sufrir, sobre todo los laterales y los volantes. Cuando resolvamos lo primero podremos atender lo segundo. Antes no. Esa forma de defender condiciona la forma de gestar y también la de definir, porque condena a los pases largos, a la pelota dividida, a resolver en soledad y a correr muchos metros para regresar a posiciones defensivas. Marcelo
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