Las imágenes
de fin de mayo son muy fuertes: 30.000 granates desbordando de entusiasmo, copando
medio Monumental, la cobertura periodística acorde a un partido tan
trascendental, y la goleada aplastante, pocas veces vista superioridad tal en
un partido decisivo de este fútbol argentino cada vez más parejo. Las redes
sociales reflejan el sentir popular de los simpatizantes de los demás equipos:
Lanús es un gran campeón, es el mejor elenco argentino, por lejos el que mejor
juega. Imágenes del 4 a
0 final que reflejan la superioridad que el equipo de Almirón, en mayor o menor
medida, impuso sobre el resto de sus oponentes, sobre todo cuando pudo alinear
a sus mejores futbolistas.
Hay que
volver al principio para dimensionar correctamente este final impactante de
semestre. Con una unidad política atada con alambre, Lanús arrancó el año sin
deudas pero sin plata, cosa que solo los socios más cercanos intuían. La
comisión directiva entrante lo explicó con su primera medida: no renovación del
contrato de los mellizos, llegada de Jorge Almirón, bueno y barato, según
sugirió de maneras varias Nicolás Russo. Apenas cinco refuerzos logrados sin
dinero en efectivo, tres de ellos serán fundamentales para potenciar un plantel
devaluado por las derrotas y el desequilibrio en el juego: el lateral derecho
José Luis Gómez; el volante central y conductor Iván Marcone, y el milagro del Pepe
Sand en su última y definitiva versión, la mejor de todas. Con la premisa
inalterable de jugar la pelota al pie, sorteando con fortuna algunos errores cometidos
durante los reñidos tres primeros partidos, el equipo de Almirón construyó una
campaña inédita en la historia del club, jugando seguramente el mejor fútbol de
una vida repleta de juego ofensivo y vistoso. El país entero, en algunos casos
con sorpresa, así lo reconoce.
Los granates
de ley lo disfrutamos no sin temor, y holgadamente llegamos a la definición con
la cruz de las últimas cinco finales perdidas de manera consecutiva por
Guillermo, al que agradecidos por el título obtenido en 2013, despedimos como se
despide a un campeón. Para el recién llegado hubo mucha más cautela. La ilusión
fue creciendo a fuerza de victorias, siete de ellas consecutivas, hasta la
penúltima fecha, cuando ya clasificado finalista, empató en La Paternal con equipo
alternativo y postergó por una semana la agonía de Argentinos. Cuando volvió a
alinear a sus mejores once para enfrentar al ganador de la otra zona, San
Lorenzo, sin la inexplicable presencia de Mouche y con la sorpresiva y poco
confiable inclusión de Junior Benítez en su lugar, el cambio potenció a un
equipo que llegaba descansado, y que superó con baile a un rival agotado y disminuido
por la ausencia de Ortigoza, la pausa y la claridad que su técnico no pudo
reemplazar.
La
exhibición Granate en un partido de tamaña trascendencia lo pone en la elite de
América, candidato natural a ganar la Copa Sudamericana que se jugará
a partir de agosto, y también en la mira ávida de figuras de los grandes clubes
del primer mundo. El desafío que Lanús tiene por delante es vender sólo lo
necesario, y ante lo inevitable, lo más difícil: remplazar bien a los que se
irán, esta vez con un poco más de aire financiero. Todo esto logró Nicolás
Russo en estos seis meses, desde que fue llamado de urgencia para frenar el descalabro
que dejó la gestión de su antecesor, te guste o no, haciendo equilibrio de una
unidad endeble, pero dispuesto a recuperar la antigua solidez.
Las imágenes
son muy emotivas y se viralizan en los medios modernos. La multitud en las
tribunas de River, las caravanas de ida y de vuelta al Monumental, el obelisco
copado por los hinchas granates. El reconocimiento de todos, y la ilusión de que
esas imágenes no se conviertan en un recuerdo. Que abran un álbum con muchas
hojas por llenar ahora nomás: la Copa
Sudamericana junto con el nuevo torneo local, la Libertadores que jugará
en el primer semestre del año que viene, a la que clasificó con el objetivo de ganarla
y acceder al mundial de clubes, con la ilusión de volver a Japón, o adonde sea
que lo convoque la FIFA ,
a disputarse en diciembre 2017.
Marcelo
Calvente
Felicitaciones al campeón. Indudablemente Lanús fue el merecido campeón de un engendro llamado torneo creado por la AFA. A lo largo de todas las fechas fue el conjunto granate quien mantuvo un estilo de juego compacto, efectivo y vistoso que hizo deslucir totalmente a los demás conjuntos a excepción de la revelación Godoy Cruz y el siempre luchador Estudiantes de La Plata . El granate tuvo un gran plantel en todas sus líneas. Desde el arquero Monetti quien sin ser figura en Gimnasia y Esgrima de La Plata paso a ser un gran reemplazante de Marchesini . Marcadores de punta con marca y proyección especialmente J.L. Gómez y Velazquez que ya es un símbolo del equipo. Una línea media con R. Martinez un jugador de gran categoría queda gusto verlo como distribuye el juego y la presencia que demuestra en su trajinar por el campo de juego. Un eterno goleador como Pepe Sand que no solo hace goles sino que ademas obliga a los defensores rivales a crear vacíos , para que sean aprovechados por los otros delanteros como el Laucha Acosta , otro símbolo del granate. Mencionar a todos sería redundante , pero el plantel en su totalidad fue un digno campeón de la mano de un joven técnico de bajo perfil con un gran futuro . Felicitaciones campeón.
ResponderEliminarMuchas gracias, coincido en todo lo que decís. Abrazo grande!!!
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