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lunes, 12 de mayo de 2014

ay Juancito


Lanús cayó en la Boca por 3 a 1, y con esa derrota se despidió definitivamente del Torneo Final 2014, y además se complicó seriamente sus chances de clasificación a la próxima Libertadores  2015. Por delante tiene una final para seguir vivo en la actual edición de esa importante competencia, para meterse en cuartos de final, quedar a dos rivales llegar a Marruecos y ser uno de los siete que jugarán en diciembre a la Copa Mundial de Clubes, el máximo objetivo que un club de fútbol puede alcanzar. Para seguir soñando con eso Lanús deberá superar al sorprendente Bolívar en la altura de La Paz, nada menos. De la derrota ante Boca no hay mucho que decir, nada nuevo. Lanús no jugó bien y poco interesa lo de Juan Vázquez. Lo interesante es lo de Riquelme,
.
Los equipos cambian de campo al terminar el entretiempo, es sabido. Pero los jueces de línea, no. Y el público tampoco. El trabajo de juez de línea es muy singular: Observar la última línea del equipo que defiende, verificar ante cada toque de balón si un adversario la traspuso. Para eso es necesario prestar atención y señalar las infracciones correctamente. Quienes estuvimos cerca de la posición de Juan Vázquez y prestamos atención, estamos asombrados ante tanta evidencia. Lo primero que señaló es una posición de adelanto de Santiago Silva que claramente no existió, una jugada con destino de gol para Lanús. Y lo segundo, otra igual al mismo jugador, también habilitado. Y seguramente varios hemos sospechado algo raro, como que cada fallo lo tenía decidido de antemano. Durante todo el primer tiempo repitió su accionar en todas las oportunidades que tuvo para hacerlo, y quedó claro que a Lanús le iba a resultar muy difícil convertir un gol en ese arco. El problema es que en el segundo tiempo, en el mismo lugar, Juan hizo todo lo contrario y habilitó a Cigliotti, que estaba un indiscutible metro adelantado, para que convierta el primer gol de Boca, cosa que ocurrió también en la jugada previa al tercero, y en todas las otras jugadas en las que hubo offside y Boca no pudo sacar partido. Por eso, seguro que somos varios los que estamos capacitados para denunciar a Juan Vázquez. Confesá, Juan: ¿De chico fuiste hincha de Boca?

Juan Manuel Vázquez, juez de línea, en acción. Juancito...
Guillermo Barros Schelotto viene señalando casi desde el comienzo del torneo esta situación. Parece que a Lanús siempre le asignan árbitros y líneas que de chicos fueros hinchas del rival de turno. ¿Cuanto hace que no le sancionan un penal a favor?  37 partidos. Va de nuevo: Señores del Colegio de Árbitros, han pasado 37 partidos desde la última vez que le sancionaron un penal a favor a Lanús por los torneos de AFA. Seguro que contra Newell's sancionan alguno. Digo, para que no llegue a los 38, dos torneos completos, me imagino... Es que es muy raro, siendo justamente que se trata de uno de los mejores y más ofensivos equipos del planeta, el 4º en el último ranking mundial emitido por la FIFA. Y más significativo aún -y además extenso- sería enumerar la cantidad de goles lícitos a favor anulados e ilícitos en contra que le sancionaron en ese lapso. Pero ninguno fue tan explícito como Juancito. Me pregunto cómo hará para explicar cada uno de sus fallos de anoche cuando su superior lo indague mañana mismo, según es de imaginar. Juancho, vas a tener que confesar.  Uno imagina que no vas a dirigir más, Juan, tus fallos de anoche desbordan elocuencia. Se nota a la legua que de chiquito fuiste hincha de Boca. Guillermo también se avivó. En esta nota no deja dudas: http://www.diariodelgrana.com.ar/noticia-completa.php?nota=2019

Repasando los resúmenes se advierte que el “periodismo especializado” que padecen los espectadores argentinos fue señalando a medida que ocurrieron casi todas las macanas que se mandó Juan Vázquez. Pero no pasó de ahí, como si fuera cosa de todos los días que un juez de línea resuelva el resultado de un partido de manera tan determinante. A nadie le importó demasiado analizar que de no haber sido por Juan, Lanús podría haber ganado, ni que de haber sido así seguiría prendido en la pelea por el título y además estaría casi adentro de la próxima Copa Libertadores. Los grandes analistas futbolísticos de los medios nacionales fueron afirmando, “Sí, Silva estaba habilitado. Sí, Gigliotti estaba adelantado. Sí, sí...”. Y listo, viva la pepa. De Juancito, nada. La noticia de la jornada pasaba por otro lado.

La noticia era exponer lo tanto que apoyan los hinchas de Boca que concurren a la cancha llueva o truene, gane o pierda su equipo, a Juan Román Riquelme, cuyo contrato vence el mes que viene. Y la verdad es que lo adoran, hay que reconocerlo. Las cámaras siguieron permanentemente cada gesto del ídolo, mostraron las muchísimas banderas que expresaban ese apoyo, entrevistaron montones de hinchas de todas las edades y condiciones sociales que de las más variadas formas también lo expresaban. No importa  que los dirigentes Xeneizes demuestren no saber cómo hacer para sacarse de encima a Riquelme, cosa más que lógica e indispensable, porque saben el daño que le están haciendo a Boca y porque no pueden evitar pensar en Passarella saliendo por la ventana del club del que era ídolo.

Es curioso. Al finalizar el partido el bueno de Román, casi en Cadena Nacional, dijo que apostó con no se quien a que jugaría hasta los 40 años. “Acá, o en otro club”, dijo el ídolo. Y antes de retirarse del terreno agregó: “Ahora voy a ver si sigo en Boca o no…”, mientras los hinchas de Boca que van a la cancha, firmes bajo la lluvia, celebraban de antemano la segura renovación, e incluso el hecho de que su ídolo va a poder darse el gusto de ponerle los números y las condiciones a su contrato con el club de sus amores, que es el de todos ellos, y aunque parezca mentira, los hinchas de Boca celebran alborozados. Y que Angelici se joda ¿Cómo se atreve a contradecir?, dicen, mientras el resto de los hinchas Xeneizes -según parece son millones los que temen que en su club pasé lo que en la mayoría de los otros clubes- se agarra la cabeza pensando: ¿Qué pasaría si a Riquelme se le ocurriera pedir la renuncia de Angelici y ser presidente del club? Y claro, ante semejante drama quién va a preocuparse por lo de Juan Manuel Vázquez, Juancito, el juez de línea “fana” de Boca de chiquito.


Marcelo Calvente

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